El murmullo del agua. Fuentes, jardines y divinidades acuáticas

Opinión:

Hay autores que, sin leer la primera palabra, te dan una sensación de confianza. Sabes que lo que te vas a encontrar en su libro solo puede resumirse en una palabra: calidad. Uno de ellos es María Belmonte. La editorial Acantilado acaba de publicar su último ensayo: "El murmullo del agua. Fuentes, jardines y divinidades acuáticas".

María Belmonte es una especialista en Historia Antigua, sobre todo en la Grecia clásica. Acantilado ha publicado ya varios trabajos de ella. En este último, el agua es la protagonista. Llama la atención, a decir verdad, que haya escrito un ensayo con las fuentes y los jardines como protagonistas, ya que no es muy común. Pero el lector no va a encontrarse con unas descripciones de cada fuente o jardín que la autora va encontrando a su paso. No. Más que describir, ella transmite al lector las sensaciones y emociones que ha sentido al verla, al tocarla, al sentirla. Sentimientos que, muchas veces, se entremezclan con recuerdos o vivencias personales que hacen que el texto sea más especial. Estas vivencias personales, además, no están puestas de relleno ni el lector tiene la sensación de que sobran, sino todo lo contrario. Personalmente, me han parecido muy buenas porque dan un tono más cercano al relato, lo hacen más íntimo. Es algo que valoro mucho y que ya es frecuente en esta autora.

"El murmullo del agua. Fuentes, jardines y divinidades acuáticas" es un libro para leer con calma. Esto no quiere decir, o no es sinónimo de que el relato sea pesado o lento. Hay un ritmo en la lectura, pero recomiendo leerlo despacio para no dejar escapar ningún detalle. Además, ya al inicio de la lectura, esta invita a ser calmada. María Belmonte tiene un estilo narrativo que conecta con el lector. Es una autora cercana, pero ello no quiere decir que no se documente. La documentación es visible. Ella narra los hechos, los momentos, desde su propia experiencia. Ha estado en cada uno de los lugares que aparecen en el ensayo.

No obstante, si tuviese que ponerle un pero, sería la falta de imágenes. No hubiese estado nada mal incorporar un pequeño dosier con fotografías de los lugares que cita. Pero esto es algo secundario. Lo importante es la calidad que tiene su ensayo y lo que disfruta el lector leyéndolo.

Ysabel M.