El manto

Opinión:

Marcela Serrano nos trae su nueva novela, "El manto". Una novela dura, real y que nos va a provocar sentimientos profundos. Nos va a hacer pensar sobre la vida, el duelo, la tristeza, la rabia y todo lo que engloba la pérdida de un ser querido.

Tal y como la propia Marcela Serrano nos dice al inicio de su novela, cuando se muere tu mujer o marido, pasar a ser viuda/o; cuando es el caso de tus padres, huérfana/o, pero no hay una palabra que especifique la pérdida de una hermana, de un igual dentro de nuestro árbol genealógico.

La pérdida de alguien con quién te has criado, has crecido. Con quién has llorado y reído. Con quién te has peleado, reconciliado. Alguien que pensabas que siempre iba a estar a tu lado, o al menos que no iba a dejarte sola tan pronto. Siendo 5 hermanas, Marcela Serrano nos cuenta cómo se rompe esa identidad, para pasar a ser sólo cuatro.

Está claro que siempre es difícil sobrellevar la muerte de un ser querido. Siempre nos surgen las mismas preguntas "¿por qué?"; incluso la propia Margarita se lo pregunta cuando surge esa enfermedad que muy pocos quieren pronunciar: cáncer. Por qué yo y no otra, por qué a nosotras, a nuestra familia... un sinfín de preguntas similares, pero que nunca encuentran respuestas.

Marcela Serrano nos va narrando el paso del tiempo, de la vida. No lo hace de una manera lineal y eso hace que la historia sea más intensa.

Nos cuenta anécdotas de cuando eran pequeñas, cuando iban al campo, a cabalgar y cómo Margarita siempre estaba para matar las arañas de la habitación.

También tenemos momentos de la vida de Margarita de adulta, con la "salida" de ese primer cáncer. La recuperación y la posterior recaída. De nuevo la resurrección, pensando que era la definitiva y cómo, años después, de nuevo "explota" todo. Porque parece que el cáncer sale de golpe, a todos nos da esa sensación cuando alguien nos lo cuenta. Hoy te acuestas y mañana está en tu cuerpo, como si fuera un grano de acné. Una situación muy dura que Marcela Serrano nos explica a través de la experiencia de su hermana, de ese brazo izquierdo y su pelota de tenis.

El duelo es algo difícil de superar dependiendo de las circunstancias. Marcela Serrano nos detalla cómo le afectó a ella, cómo le ayudó recluirse en el campo, escribir, o el simple gesto de llamar a su yegua por el mote de su hermana "La Rucia". Con sus altibajos y sus recuerdos, día a día va pasando el tiempo. Cómo la tristeza, la ira, se apoderan de nosotros. Cómo parece que ese dolor es como el manto de Penélope, que no tiene fin.

Lo que más me ha gustado de la novela es la manera en que está narrado. Marcela Serrano nos lo cuenta todo con pequeñas pinceladas, de una manera suave, relajada y sutil. Podemos pensar que, por la sinopsis, va a ser una novela dura y brusca. Dura es inevitable que sea, pero para nada es brusca a la hora de transmitirnos los sentimientos o las situaciones pasadas durante el cáncer, la tristeza y el dolor.

Poco a poco va calando en nosotros lo que leemos, y nos hace pensar sobre lo realmente importante en la vida. Quizá en ciertos momentos demos más importancia de la merecida a depende qué cosas. Está claro que puede ser algo inevitable, pero leyendo una novela así, nos ayuda a reducir ese peso, y que otras que pensamos más banales, tengan más relevancia: decir un te quiero, vivir el momento o simplemente, ser feliz.

"El manto" es una novela para leer con calma, a ratitos cortos y sin devorar sus páginas. Es de esas novelas que pide paciencia y concentración en cada una de sus páginas, para digerir el mensaje y analizar lo que nos provoca en nosotros.

Vane Gómez