El gran Leo

Opinión:

La verdad, sólo por lo que te ríes y el buen rato que te hace pasar vale la pena muchísimo leer esta novela corta de Mario Reyes, un autor valenciano, para ser más exactos del Port de Sagunt (Puerto de Sagunto). "El gran Leo" es todo un portento de saber escribir y de incluir el humor, algo que me parece serio y difícil ya que, algunas veces, no se logra un equilibrio entre la trama y el humor; las pinceladas del mismo, en ocasiones, parecen pegotes o que hayan sido puestas por el autor a la fuerza; no es el caso de "El gran Leo".

¿Y quién es este "gran Leo"? Pues un editor de libros, de novelas para ser más exacta, que tiene como referencia principal la literatura del siglo XIX. Es un personaje muy carismático. Leo Blum sabe perfectamente lo que quiere y va a luchar por mantenerlo. Su objetivo es convertirse en un importante editor, para ello cuenta con la obra de su autor fetiche: Marc Carmona. Un autor de moda al que Leo Blum, va a tratar de retener por todos los medios. Su comportamiento con él le hace pensar al lector que está obsesionado y es cierto. No creo que un editor normal llegue hasta los extremos que llega Leo Blum aunque, en esta exageración, me ha parecido vislumbrar una pequeña crítica por parte del autor aunque no creo que la haga en plan negativo, más bien la he interpretado como un reconocimento a la labor del editor, más en la época en la que estamos que, con la crisis, el sector se ha visto afectado.

"El gran Leo" es una novela corta, 189 páginas que se leen muy rápido porque tiene una trama muy ágil. El ritmo narrativo no decae en ningún momento, desde el principio logra cautivar al lector. Es una lectura muy agradable a lo largo de la cual no puedes evitar reírte al imaginar a Leo Blum y todo lo que hace. El estilo narrativo de Mario Reyes es muy bueno, su prosa mete al lector en la trama y es fácil imaginar cada una de las escenas.

He hablado de Leo Blum, pero no es el único personaje que tiene gancho, también está el coprotagonista por así decirlo: Marc Carmona, el escritor. Aparece como un hombre inocente, en el sentido de que no llega a imaginar todo lo que Leo Blum es capaz de hacer. Me ha parecido un personaje muy bueno. Lo cierto, es que todos son creíbles, no hay ninguno que esté de más. Estos personajes son otro de los puntos positivos de la novela. Mario Reyes sabe cómo dar vida a personajes.

Aunque 189 páginas saben a poco, creo que es la medida justa. "El gran Leo" no precisa de muchas páginas para convertirse en una lectura a tener muy en cuenta. Para mí es de imprescindible lectura. Te hace pasar un rato muy ameno y, también, te descubre los entresijos del mundo editorial; esto último ha sido una de las cosas que más me han llamado la atención de este libro.

Ysabel M.