Los últimos libres

Opinión:

Son pocos los títulos que aparecen en el mercado literario de novela de ciencia ficción escritos en España. Por eso se agradece que, poco a poco, vayan surgiendo. Uno de ellos es esta novela del escritor sevillano Víctor M. Valenzuela titulada "Los últimos libres". Novela que, además, constituye su debut en el panorama literario. Él la escribió en 2010 pero no fue hasta 2012 cuando salió al mercado de la mano de la editorial Nowevolution.

Es una novela corta, de apenas 190 páginas que se leen rápidamente, aunque recomiendo leerla despacio ya que hay muchos nombres técnicos e información de carácter informático, que pueden hacer que el lector se pierda. Una información que es buena pero que para aquel lector a quien no le guste mucho este tipo de novelas o no esté muy familiarizado con la Informática, Internet y las redes sociales, puede resultarle una lectura un poco pesada y, en cierta forma, aburrida. Al mismo tiempo, resta acción y agilidad a la historia.

La base de la misma es un thriller. Se están cometiendo una serie de asesinatos que han de resolverse. Muertes extrañas y censuradas por los poderes políticos. Como thriller no es malo, mantiene la intriga y el interés del lector por descubrir la verdad, el por qué de dichas muertes.

He encontrado un punto débil en los personajes. Darío y Casandra son los protagonistas. Son personajes, como el resto, bien definidos y construidos pero no muy creíbles. Ambos son adolescentes pero se comportan como adultos. Es cierto que la circunstancias que han vivido pueden incitarles a madurar antes de hora pero no acaban de ser muy creíbles ciertos comportamientos que tienen como el hecho de casarse siendo casi unos niños. Creo que debería de haberles dado otro giro. En algunos momentos llegan un poco a cansar debido a que actúan como más listos e inteligentes que el resto. Tienen un puntito pedante en cierto modo. Pienso que otros personajes, o los mismos pero en vez de adolescentes adultos, hubiese dado más juego y hubiesen sido más creíbles.

Como he dicho, "Los últimos libres" es la primera novela de su autor. Es buena pero no perfecta. He apreciado en ella una influencia de otras novelas tanto de Ciencia-Ficción como no. Esa vigilancia a la que está sometida la humanidad me ha recordado a la figura del Gran Hermano de la novela de Orwell "1984". El ansia de escapar que tienen sus protagonistas, el ir en busca de otro lugar donde aún hay personas libres, recuerda a muchas otras películas o novelas como "La fuga de Logan" de William F. Nolan y George Clayton Johnson.  Y, como muchas otras, el futuro que describe en su novela es bastante catastrófico y un poco pesimista. No es un mundo ideal el que presenta sino todo lo contrario. Esto hace que, mientras estás leyendo la novela, tengas una sensación agridulce y no acabe de convencerte este futuro tan agrio, opresor, manipulante. Y, en cierta forma, pienses igual que uno de los personajes y creas que el siglo XX fue más igualitario que el XXI.

Muchos de los diálogos que hay están cargados de una fuerte crítica social que invitan al debate. Son diálogos muy bien construidos e interesantes que hacen que "Los últimos libres" no sea una mera novela de Ciencia-Ficción sino que, en el fondo, tenga una fuerte carga de crítica sociopolítica y una lectura ética y filosófica. En este sentido, el estilo narrativo de Víctor M. Valenzuela es francamente bueno y compensa lo que se ha apuntado con anterioridad, esa sensación de lentitud y pesadez que dan a la historia la abundancia de términos informáticos. Aunque, también hay que decirlo, consciente de ello el autor ha incluido al final de la novela un Glosario de términos informáticos para facilitar la lectura.

Tampoco hay capítulos. La obra se divide en fragmentos que corresponden a diversas localizaciones y que son las que les dan un título. Esta forma de dividir o estructurar la novela le imprime un poco de ritmo y de acción al tiempo que recuerda un poco a la estructura que siguen algunas series de televisión, como es el caso de "Expediente X ", informando de las diversas localizaciones de la acción.

Otro punto que llama mucho la atención es la interacción que tiene el autor con el lector. Esta se aprecia tanto en el prólogo de la novela como en el epílogo en donde incluye una carta dirigida al lector en la que expone las razones que le llevaron a escribir "Los últimos libres".

En definitiva, una novela que se deja leer y que resulta interesante pero que no puede calificarse de redonda. Es un buen debut que permite vislumbrar las dotes de Víctor M. Valenzuela como un escritor a tener en cuenta en un futuro. 

Ysabel M.