El gato que enseñaba a ser feliz

Opinión:

¿Recordáis a Alfie, el protagonista de "El gato que curaba corazones"? El precioso grato gris que cambió la vida de cuatro familias de Edgar Road, una tranquila calle londinense.

Ha pasado algún tiempo desde su llegada al barrio. Sus familias son felices, y él se siente muy querido. Atrás quedaron la soledad y el miedo que tanto le hicieron sufrir.

Junto a su gran amiga Tiger tendrá que resolver varios problemas que se presentan a la vez: la desazón de Claire por ser madre; los problemas de Alesky en su nuevo colegio; y la llegada de unos nuevos vecinos que, por su extraño comportamiento, levantan las sospechas de la recalcitrante familia Goodwin.

Una vez más, Rachel Wells nos sumerge en una tierna y divertida historia en la que Alfie brilla con luz propia. Él es el alma de la narración y el maestro que enseñará tanto a gatos como a humanos a recuperar la felicidad perdida.

Es curioso ver el mundo a través de sus ojos. Para él todo es mucho más sencillo que para los humanos; aunque en esta ocasión, deberá llevar a cabo planes algo arriesgados para conseguir que la felicidad vuelva a iluminar los hogares de Edgar Road.

"El gato que enseñaba a ser feliz" es una novela divertida y emotiva que gustará tanto a "gatófilos" como a lectores que disfrutan con las historias sencillas que nos dibujan una gran sonrisa. Una prosa sencilla y una bonita historia bastan para que Alfie también nos enseñe a ser felices.

Alfie es, sin duda, uno de los personajes que impulsan el género de novelas protagonizadas por animales. Un género que permite a los autores poner voz a los seres que no la tienen y hacernos entender que una mascota es algo más que un bonito adorno. Sólo hay que leer el libro anterior de Alfie para comprobar in situ lo que sufre un animal abandonado.

"¿Qué mayor regalo que el amor de un gato", se preguntaba Charles Dickens. Después de leer este libro la respuesta será unánime: ninguno.

Ana G. Aranda