Anika entre libros

El final

Ficha realizada por: Carol Inabé Barba
El final

Título: El final
Título Original: (A vége, 2015)
Autor: Attila Bartis
Editorial: Sexto Piso
Colección: Narrativa Sexto Piso


Copyright:

© 2015, Attila Bartis

© 2020, Judit Faller por la traducción

© 2020, Andrés Cienfuegos por la traducción

© 2020, Leonard RB en Unsplash por la imagen de portada

© 2020, Editorial Sexto Piso, S. A. de C. V.

Traducción: Judit Faller y Andrés Cienfuegos
Edición: 1ª Edición: Octubre 2020
ISBN: 9788417517984
Tapa: Blanda
Etiquetas: familia recuerdos arte amor comunismo muerte erotismo política fotografía literatura húngara novela secretos celos siglo XX sexo trabajo emociones Hungría parejas sentimientos pasado sociedad relaciones familiares historia de Hungría deseo
Nº de páginas: 564

Argumento:

Tras quince años sin escribir una novela, Attila  Bartis, húngaro de origen rumano, nos invita a conocer la vida de András Szabad como si fuera la suya. Lo parece, pero no... una vida contada como un álbum fotográfico con las imágenes desordenadas, que va y viene desde la memoria, con sentimientos y emociones pasadas. Una especie de poética de la fotografía -siempre en blanco y negro-, donde abundan recuerdos, amores, historias del pasado. Este libro da cuenta de la evolución de un fotógrafo, que pasa de niño a hombre adulto y de las circunstancias que hacen posible el desarrollo de su arte, donde la vida familiar se fusiona con la historia de su tierra.

 

Opinión:

 

Es una novela densa, intensa, que apenas se divide en dos partes -como si fuera un antes y un después de cierto evento-, pero que tiene una enorme cantidad de capítulos, breves unos, otros más largos, pero que hacen más fácil su lectura, parece un gran álbum familiar, pero con las fotos puestas de aquella manera... como si todo transcurriera según los dictados de su memoria.

No, no es una novela compleja, pero tampoco superficial. Tiene una manera de decir las cosas que atrapa y, a pesar de su extensión, el hecho que tenga estos capítulos tan irregulares, hace la lectura muy interesante. No sabes si seguirá por el mismo recuerdo o deriva hacia otros derroteros. Pero si, en general sigue una línea común que sería la vida cotidiana de András Szabad, pero salpicada de sus recuerdos. Recuerdos que duelen o que alegran por partes iguales. A veces, incluso, parece que va rellenando espacios vacíos, como para ponerse del lado del lector y ayudarlo a comprender a András.

Aquí la familia tiene una importancia vital: su padre es encarcelado durante el gobierno comunista, su madre muere tan repentinamente tras la liberación de éste, que no le da tiempo a András a asimilar todo. Se aboca en mantener el recuerdo de su madre con sus cosas, incluso el piano, que además tiene muchos misterios... el hombre nos cuenta su niñez y su vida simple antes del cambio abrupto que es perder a la madre y vivir con el desconocido de su padre -tras tres años de cárcel como preso político- se deshilan ideas y pensamientos propios de su recorrido en la vida: niñez, adolescencia, relaciones amorosas, el sexo... y la fotografía.

En este punto es interesante hacer notar una sensación de relato autobiográfico, aunque no tengo mucha información personal del autor como para aseverar ni lo uno, ni lo otro. Pero si que pareciera ser su vida contada en tercera persona. Y, sin embargo, tampoco es un detalle muy importante. Es un fotógrafo que cuenta la vida de otro fotógrafo... quizás es un alter ego de todo lo que hubiera querido hacer o caminos que tomar. Es posible. Es una novela muy rica en detalles y hechos, hay un entramado fino -las vicisitudes del joven András-, y otro más denso, el de la vida política del país y todo aquello que implica. Es un emocionario iluminado por las luces rojas del laboratorio del revelado. La ampliadora, los negativos, las fotos. Todo gira en torno a la fotografía. Incluso la vida y la muerte. Incluso el amor.

András juguetea con la fotografía desde muy joven, su padre le regala la primera cámara, una Leica -nótese que son como dos desconocidos y aun así...-, que se transforma en una más en sus escarceos amorosos... sus amantes, incluso le tienen algo de celos. Ella está ahí, pero no es un fetiche. No, no es ese el punto. Parece una extensión de sí mismo, más bien, es como una forma de lenguaje propio...

Siempre en blanco y negro, la fotografía pasa a tomar parte fundamental de su vida, pero un evento hará que esto se transforme en una pasión destinada a ser contemplada por los demás, le invitará viajar y a descubrir mundos. La fotografía le sirvió para mostrarse de dentro hacia fuera, ahora ella era el vehículo para mostrar su mirada sobre el erotismo, la muerte, el paisaje. Siempre en blanco y negro.

Es una novela muy densa, pero atrapa porque va soltando el hilo de su vida poco a poco, como disfrutando el recuerdo. A pesar del dolor y de la risa. Puedes visualizar todo aquello que lees ahí:  dibujar el bar, su casa, el piano, sus amores, el trabajo, su necesidad de fotografiar la vida.

 

Carol Inabé Barba

 

 

 

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