El fin del mundo como excusa para amarte

Opinión:

"El fin del mundo como excusa para amarte" no es simplemente las vidas Eric y Martín, aunque ellos sean los personajes principales. Rubén Bellés los destacó dejándoles la primera persona en su narración, sus historias las iremos sabiendo por el propio Eric. Tendremos bastantes personajes secundarios.

Sus breves crónicas las seguiremos en tercera persona. Sophia, voluntaria en una ONG en la tierra que baña el mar Egeo, el japonés Satsuma, el anciano francés Jean Thauvin, Azim que vive en el Oriente Próximo, serán utilizados por nuestro autor para la llegada del fin del mundo en diferentes partes del planeta. En ese momento cada uno de ellos junto a sus compatriotas verán salir bestias monstruosas. Y esto me gustó, y mucho. Un fin del mundo con monstruos a lo Cthulhu (aunque estos no llegan del mar ni del espacio) salen de las profundidades de la tierra. Grandes, terribles, bien descritas, la construcción es tremendamente realista siempre acompañándose de sangre de sus víctimas. Nada de un fin del mundo por guerra nuclear o un extraño virus, aquí hay seres bestiales que bien podríamos catalogarlos de demonios. Vais a leer buenas persecuciones hacia los humanos, hay sucesos extremadamente terroríficos.

¿Por qué se adueñaron del mundo? De eso nada se sabe, el lector puede ahí usar perfectamente su imaginación. Pero ¿son esas bestias lo más aterrador? no, amigo lector, todavía hay otros seres más horribles...

Cada capítulo de un nuevo ataque se irá alternando con los de nuestros protagonistas que ocuparán bastante parte de esta historia. Dos protagonistas principales rompiendo esquemas. Seguiremos sus pasos cuando convivan juntos, y de nuevo debo aplaudir al autor al profundizar en una relación real, nada de amoríos y tonterías, aquí se vivirá lo que es dar cariño sin recibirlo, ser la sombra de alguien, tener una venda en los ojos... No por ser una relación entre hombres tenía que ser perfecta. ¿Por qué debería de serlo? Las relaciones las hacen las personas, no su sexo. Me gustó cómo tocó el tema sexual, muy buenas escenas, escritas con respeto, fuertes, bonitas. No sentí que quisiera sacarle provecho "lector", supo usar bien sus personalidades ahondando en sus sentimientos.

Eric, quien irá narrando, aportará más secundarios importantes: su hermana Concepción, una chica extraña con sueños recurrentes que, por cierto, protagonizó un tremendo momento con unos globos rojos...  la madre de ambos y una compañera de piso llamada Paola... y entre medio, Alfonso, un asesino...

El lector entenderá que a la mayoría de los personajes les une una cierta infelicidad, las cosas no salieron como ellos esperaban ni en la vida ni en el amor. Aun así, se enfrentan a esta fatalidad monstruosa, a su instinto de supervivencia.

Pesadillas, monstruos con las bocas chorreando sangre y todo lo que conlleva la expiración de todo, sin luz, móvil, internet...

Ese final que casualmente unirá de nuevo a la pareja en una huida continua hasta llegar a una casa y allí sucederá lo mejor de toda la novela...

Una buena novela que se lee de una sentada, moviendo Rubén Bellés mensajes tan importantes de personas tóxicas, la homofobia y la misoginia, mientras destruyen la Tierra.

Muy recomendado.

Violeta Lila