El erudito de medianoche o La alfombrilla de los goces y los rezos

Opinión:

Guau. Una no espera mucho de una novela erótica escrita en el siglo XVII, aunque esta esté escrita en China, donde sin duda no eran tan puritanos como en Europa. No obstante, no he podido dejar de sorprenderme con la obra, a la altura de los estándares de cualquier novela erótica moderna. Y es que en "El erudito de medianoche o La alfombrilla de los goces y los rezos" me he encontrado de todo: desde alargamientos de pene prodigiosos gracias a la cirugía hasta tríos que se acaban convirtiendo en cuartetos, pasando por todo tipo de juegos eróticos, prostitución y escenas sexuales variopintas y de lo más explícitas.

Lo más curioso es que todo el libro tiene un componente aleccionador y moral. Está planteado para que el lector se dé cuenta de que hacer todo eso y cometer adulterio tiene sus consecuencias tanto en esta vida como en la siguiente. Toda la trama está hilada de forma maravillosa para que al final cada acción le sea devuelta al protagonista multiplicada de una manera perfectamente kármica (y de lo más coherente y realista). Aunque me da la sensación de que la parte moral era una mera excusa para hacer una novela supererótica y que no debe tomarse en serio. De hecho, el último capítulo es lo único poco creíble y prescindible del libro.

Además, está muy bien escrito y engancha, aunque tengo que reconocer que las metáforas con la que se refiere Li Liweng a ciertas posturas y órganos sexuales (pincel de jade para el pene...) a veces me hacían gracia y me cortaban un poco el rollo. El autor se autoelogia también de una forma bastante cómica a veces en la crítica que hay al final de cada capítulo, algunas de las cuales también me sobraron un poco. Aun con eso, me ha parecido una lectura sorprendente, muy erótica y de lo más disfrutable.

Déborah F. Muñoz