El despertar de las lechuzas

Opinión:

Alberto Atienza, escritor español, hace su debut con una novela que se arriesga y expone de forma exquisita diferentes preocupaciones del ser humano.

Narrada de forma coral, "El despertar de las lechuzas" nos regala dos tramas completamente diferentes, y a la vez unidas entre sí, por una premisa "arriesgarse y seguir los dictados del corazón".

Con una pluma delicada, sutil poética y deliciosa, la novela adentra al lector en la historia de Raúl, quien por medio de una carta/diario relata su biografía recorriendo cada uno de los acontecimientos que le llevan a tomar los diferentes caminos que dirigen su vida.

Luchando contra el devenir del destino, actuando conforme los dictados de su corazón y siendo fiel a sí mismo, a pesar de las consecuencias, Raúl irá ofreciendo tanto al lector como a Alicia unas lecciones de vida que no dejan indiferente.

He de confesar que durante la lectura no llegaba a entender cuál era la pretensión del autor al detallar cada uno de los pasos de Raúl, pues su ambición le lleva a revelar una historia que encierra varios secretos y de una forma u otra queda implicada toda la familia, incluida la propia Alicia. Sin embargo, y a pesar de que la segunda parte de dicha historia sea la que ejerce mayor peso en las decisiones de Raúl, a quien adoras por su naturaleza bondadosa, la historia se convierte en parte de ti y no puedes soltarla hasta su final.

Cada uno de los personajes que pasan por la vida de nuestro protagonista cumple con un papel fundamental en la obra. No puedes evitar encariñarte con ellos y con la profundidad que encierran y no es expuesta debido a su presentación a través de los ojos de Raúl.

Algo a destacar que no ha terminado de convencerme son los pensamientos, reflexiones y forma de expresarse de algunos personajes, pues no se corresponden con su inmadura edad, a pesar de que presten una función determinante en la trama y aporten esos tintes poéticos que ejercen de conciencia para la acción.

Las localizaciones en donde transcurre la obra, especialmente Briviesca, parecen ser muy conocidas por el autor, pues la forma de describir con minuciosidad sus calles y emplazamientos así lo demuestran.

Del mismo modo, se mencionan hechos sociales y culturales que enmarcan el contexto en que se desenvuelve la acción enriqueciéndola y enmarcándola en la historia.

A pesar de esto, he tenido problemas para ubicar la edad de los personajes, pues el paso del tiempo no está bien definido y me sentía confusa con los actos que se desarrollaban.

Además de temas como la libertad, el amor, el sacrificio o el destino, el autor trata algunos otros más controvertidos como el aborto o el suicido siempre de forma delicada y sin prejuicios.

Si bien es cierto que la historia de Raúl no es algo que se presente de forma regular a día de hoy sí que lo son sus dudas, incertidumbres, inseguridades y preocupaciones expuestas de forma tan humanas que cualquier puede sentirse identificado.

Un punto negativo que destacar es la cantidad de errores ortográficos encontrados. No son faltas ortográficas ni errores graves, pero hacen perder la atención, sobre todo si sufres un pequeño TOC con esos temas. Sería recomendable una exhaustiva revisión para siguientes ediciones.

El final impregnado con tintes de realismo mágico no se hace muy creíble, a pesar de ello es emotivo e inunda el corazón del lector aportando ese toque esperanzador que se necesita tras el drama.

Personalmente le tenía muchas ganas a la obra y si bien he de reconocer que no ha sido la mejor novela que he leído, no me arrepiento en absoluto de haberlo hecho, pues al terminarla he sentido una sensación de vacío y el anhelo de algunas páginas más. Creo que una parte de esas lechuzas se quedará grabado en mi mente y mi corazón, pues la historia de Raúl ha dejado un gran poso en mí.

En conclusión, "El despertar de las lechuzas" es un relato de vida en donde la providencia se va marcando con los pasos del protagonista. Es una novela que hace sentir rabia, impotencia, ternura y alegría sin dejar indiferente al lector.

La recomiendo mucho por no ser una novela romántica al uso, sino más bien una historia de secretos familiares, descubrimiento personal y la forja del destino.

Marisa Costa