El chico que dibujaba constelaciones

Opinión:

Alice Kellen es una de las autoras de novela juvenil que más éxito tienen y no me extraña nada, pues siempre impregna las historias que narra con un cariz que las hace especiales. Sus novelas pertenecen al género New Adult, pero esta que voy a reseñar me ha parecido más adulta. De todas formas, es una autora que gusta tanto a lectores juveniles como adultos.

"El chico que dibujaba constelaciones" acaba de ser publicado por Planeta, pero hay otra versión publicada en 2018. Es la misma novela, la única diferencia es que esta última es autopublicada, y la edición de 2020 lo ha sido por una gran editorial. Sea en la forma que sea, es una maravilla de historia la que nos narra. Advierto que no vas a poder contener las lágrimas, que vas a hacer muchos esfuerzos por contenerlas, ya que es una de esas historias que van directas al corazón. La propia autora, en el prólogo, reconoce que es su novela más personal e íntima. Yo añado que es una de mis favoritas y creo que es de las mejores que ha escrito.

¿Por qué es tan especial? Pues porque en ella nos narra la historia de amor de sus abuelos. Historia que arranca en los años 60 y acaba en los primeros del siglo XXI. Son 300 páginas llenas de sentimientos, de emociones, recuerdos, con muchos de ellos llegas a identificarte. Y, como viene siendo habitual también, la música está muy presente, con evocaciones a éxitos de los 60, los 70, los 80... Una banda sonora excepcional y de muy buen gusto.

Valentina y Gabriel son los protagonistas. Desde que se conocen, gracias a un tropezón, en una calle de Valencia en los años 60 hasta que uno de los dos se va, ya en el siglo XXI, son inseparables. Su historia de amor es grande y, aunque es firme, esto no quiere decir que no haya habido momentos en los que se ha tambaleado. Sin embargo, el amor que se tenían uno por el otro era capaz de superarlo todo. Es un amor creíble, verdadero, no está exagerado para darle un tono más romántico a la novela. Yo, particularmente, me he creído lo que nos ha contado Alice Kellen. También ambos son personajes que van evolucionando a lo largo de la historia. De los dos, dicho cambio se aprecia más en Valentina. Empieza siendo una muchacha un poco tímida, retraída, que no sabe cómo actuar ante Gabriel y acaba siendo una mujer con las ideas muy claras, que ha logrado progresar. Fue Gabriel quien la animó a estudiar (en un momento en el que no todas las mujeres podían), también quién le apoyó cuando encontró un trabajo. Valentina se convierte en editora de una revista femenina. Logra un trabajo que le da cierta independencia. Por su parte, Gabriel se convierte en profesor de Literatura en la Universidad de Valencia.

Son unos personajes bien desarrollados. Alice Kellen tiene un talento innato a la hora de dar vida a personajes que te aportan algo en cada una de sus novelas. Aquí, Gabriel es un ser exquisito, con esa cualidad tan especial como es la de dibujar constelaciones. Unas constelaciones que no dibuja porque sí, sino porque tienen un significado.

"El chico que dibujaba constelaciones" es una novela que recomiendo mucho, también las otras que tiene la autora. Es de esas historias que no se olvidan fácilmente.

Ysabel M.