Devoción

Opinión:

"Devoción" es la tercera novela de Hannah Kent, después de Ritos funerarios (2014) y Los buenos (2016). Esta autora australiana ha conseguido diferentes premios por ellos. El primero ya se está rodando y el segundo tiene también un proyecto cinematográfico.

Hanne es su protagonista, vive en Kent, un pequeño pueblo de Prusia. Es una joven un tanto inadaptada a su entorno, con un hermano al que adora y unos padres bastante autoritarios y que rigen sus normas a partir de su fervor religioso, especialmente por parte del padre. Viven bajo la sombra de la desgracia de un hijo muerto con diecisiete años en un trágico accidente. Hanne es una chica especial, le encanta la naturaleza y tiene un sexto sentido para percibirla, para escucharla. No tiene muy buen concepto de sí misma y está bastante inadaptada a su comunidad. No es bien aceptada por las demás jóvenes de su edad, y eso ella lo sufre mucho.

Un día llegan unos nuevos vecinos que darán un giro total a su vida. Un matrimonio con una sola hija, Thea Eichenwald, con la cual conectará enseguida, haciéndose verdaderas amigas y algo más.

La religión juega un papel importantísimo en sus vidas, pertenecen a la religión luterana y ya desde temprana edad están obligados a acudir a misa y a escuchar sermones. Todo lo que no se centre en la Biblia está perseguido y condenado. Son perseguidos por ello y, cuando la situación se hace verdaderamente insostenible, toda la comunidad decide realizar un largo viaje de seis meses hasta Australia, donde, guiados por el padre de Hanna, esperan vivir libres y tranquilos conforme a su religión. Hanne tiene entonces diecisiete años.

El viaje no resulta nada sencillo, todo lo contrario. Es en barco, y allí dentro viven un auténtico calvario. Hacinados en los camarotes, repletos de literas y sin espacio suficiente para moverse, carecen de higiene y de privacidad. Suceden todo tipo de penosas situaciones, enfermedades, vómitos, hambre y muertes. Se puede decir que durante este viaje la novela empieza su segunda parte, todo cambia debido a un giro inesperado. Hanne y Thea están más unidas que nunca y lo que ellas pensaban que era amistad se convierte en un amor infinito que ni ellas mismas lo entienden al principio.

Una vez en su destino, en el sur de Australia, cerca de Adelaida, forman su nueva colonia, empezando desde cero con las pocas pertenenencias que consiguieron subir a bordo, y donde conviven con los aborígenes de la zona, los Peramangk.

Hanna Kent me ha impresionado muchísimo, el libro está escrito con un lenguaje exquisito, una prosa en muchas ocasiones poetizada preciosa, la historia de amor que ambas protagonistas sienten queda reflejada bajo unas palabras muy bien escogidas, de manera muy elegante y sin ser empalagosa. Es una novela muy bonita de leer, además de tener un trasfondo real y de narrar en ocasiones historias durísimas, la autora las refleja con un gusto excepcional. Kent tiene una manera única de describir el entorno, los olores, los colores y las sensaciones, te traslada al lugar de una forma inigualable.

Hay que tener en cuenta la época en la que se basa la novela y el contexto para entender el sufrimiento de las jóvenes al comprender lo que realmente sienten la una por la otra. La vida entonces no era fácil, la religión dominaba sus vidas y, aunque ellas estaban resignadas a realizar lo que les impusieran sus familias, sabían que había una cosa que no les podían impedir, y era amarse hasta el final.

El título del libro no ha podido estar mejor escogido. Devoción es lo que he sentido yo al leer este libro.

Judith L.