Cuerpos descosidos

Opinión:

NGC Ficción vio la luz, día arriba día abajo, por estas fechas el año pasado. Su idea era publicar un libro de ciencia ficción, otro de novela negra y un tercero de terror, al que se añadió un nuevo título de Bolsillo. Cuando entrevisté a la editora, Pily Barba, en referencia a la continuidad de las colecciones en este orden me comentaba que todo iría en función del mercado. Así pues y tras los títulos del 2010, parece que el impacto que causó Necróparis y con él, el continuar con la colección de terror, ha hecho que sea Cuerpos descosidos el libro al que nos enfrentamos en este comienzo de año. Esta es una hipótesis que yo me hago, que puede ser cierta o no.
 
Pero lo que nos interesa es hablar sobre lo que he encontrado al leer el libro. Y si empezamos por orden, lo primero que encontramos es de nuevo un magnífica ilustración de Felideus. Una portada que asemeja a la imagen de una virgen en posición de rezo, pero que es una de los personajes interiores. Sería un toque de simbología antes de empezar.
 
Seguimos con un nuevo toque. El prólogo está realizado por el anterior autor de la colección, en este caso Fernando Cámara. Una idea que me parece muy acertada, dotando de un hilo de continuidad a las diferentes colecciones.
 
Y ya nos adentramos en la trama de Cuerpos descosidos. O más bien en las historias que se nos irán contando y que en esta primera parte se nos presentan en primera persona. Así como después se hace desde la tercera, como un intento del autor de colocar la cámara en dos puntos distintos para que primero nos metamos de lleno en los personajes, los sintamos más cercanos y después nos los aleje para que tengamos otra perspectiva de las cosas.
 
Personajes, algunos de ellos, dotados de ciertos dones, como Renée, la estrella máxima del espectáculo que se da en el Cabaret de los Pecados. Donde ella es capaz de absorber y absolver los pecados de los invitados que lo deseen, sufriendo en sus propias carnes las consecuencias de dicho perdón. Y es aquí donde encuentro un punto de fantasía que ya he leído en otra historias, donde lo importante no es el don ni saber de dónde viene, sino lo que se hace con él. Algo, como digo, leído en Mujer abrazando un cuervo (Ismael Martínez Biurrun) o El hermano de las moscas (Jon Bilbao). Es la utilización de ese elemento "distorsionado" lo que conlleva el misterio, la aventura y lo demás es secundario.
 
Viviremos sus infiernos particulares, sus andanzas a través de diferentes épocas, ya que incluso se intercalan páginas de un diario donde veremos parte de esos devenires, y que con la colocación de las diferentes piezas nos irá dando así mismo pequeñas sorpresas.
 
Una sucesión de historias que se nos van contando y que confluyen en un momento dado haciendo encajar de manera perfecta las piezas, las partes de esos cuerpos destrozados, descosidos e incluso no exagero si al terminar en vez de "Fin" oís un "click". Un sonido que resulta clarificador de ese perfecto encaje.
 
Por gusto literario me alegra ver la buena salud de esta parte de la colección, la dedicada al terror, pero espero que pronto se nos alegren las lecturas con los nuevos números de sus compañeras editoriales. Otro aplauso para NGC (personalizando en la labor de Pily B., la jefa suprema).

Fernando Martínez Gimeno