Crónicas de las Lunas: I. Transferencia

Opinión:

"Crónicas de las Lunas: I. Transferencia" no es una novela, sino tres relatos (el primero dividido en dos partes) ambientados en el mismo mundo futuro y con una leve relación entre sí.

El primero nos habla de Ada, que recibe el encargo de hacer un viaje espectacular para los niños mimados que liderarán a los terrestres. Acostumbrados a hacer lo que quieren y a no seguir instrucciones, algo sale terriblemente mal y tendrá que improvisar. No sabremos cómo acaba el asunto hasta el final del libro, porque entre medias hay un flashback sobre los destinos que han visitado y dos relatos más, pero es sin duda lo que me ha mantenido pegada al libro.

La segunda parte nos cuenta, desde el punto de vista de una cronista de la República, cómo una familia lideró la carrera por la explotación comercial del espacio y la colonización. Aunque sin duda esta crónica del futuro tiene su encanto, es la parte que se me ha hecho más densa y tampoco profundiza en los hechos recientes que afectan más al presente de la novela.

La tercera parte va de dos inteligencias conscientes que han luchado por su libertad y, tras una rebelión, por fin han logrado que los humanos les permitan marcharse a vivir su vida lejos de todo. Dentro de este relato hay otro cuento insertado sobre un hombre obsesionado con una inteligencia artificial que se generó de forma espontánea y que intenta comunicarse con esta a través de la música. Me llamó más la atención el relato dentro del relato, ya que lo otro se veía venir cómo acabaría.

Todos tienen un punto interesante, pero todos pecan también de lo mismo: Miguel Castilla se recrea demasiado en el mundo que ha creado. Y sí, es un mundo rico y complejo, pero hay simplemente demasiados detalles que no aportan a lo que ocurre, demasiadas repeticiones, demasiadas descripciones. Esto hace que haya partes que se hacen muy pesadas, y más cuando se explican cosas que luego no se vuelven a mencionar ni influyen en la acción. Por otra parte, quedamos en la ignorancia de otras cosas que sí influyen. Si soy sincera, me han dado ganas de saltarme páginas enteras (y no habría sentido haberme perdido algo importante si lo hubiera hecho); lo único que me motivaba era ver qué pasaba con Ada. Un final, por cierto, que me ha dejado un poco de mal sabor de boca.

En definitiva, es un futuro de ciencia ficción muy rico e interesante, pero hay demasiado contenido vacío para mostrarte toda esa riqueza y muy poca trama.

Déborah F. Muñoz