Cómo molaban los 90

Opinión:

Tarde o temprano tenía que ocurrir. Trás el filón nostálgico de los 80 y todos los libros que se han escrito en torno a esta década, ahora le toca el turno a los 90. Uno de los últimos libros en salir al mercado ha sido este que ha publicado Lunwerg. Su autora es la también ilustradora, Anna Grimal.

"Cómo molaban los 90" es una novela gráfica que nos invita a viajar en el tiempo. A través de sus páginas, Anna Grimal va compartiendo con el lector sus recuerdos. En los 90 ella era una adolescente, así que dichos recuerdos están más cargados de nostalgia. Ella nos habla de los conflictos con su madre, de sus cambios, sus primeros amores, de la música que le gustaba, de sus películas, también de los inventos que empezaron a salir en los 90 como los móviles, el discman, la moda...

Es una lectura amena y entretenida. Al ser novela gráfica, su lectura  es más ágil. Anna Gimal tiene un estilo peculiar tanto en el trazo de sus dibujos como en el texto. La única pega que le pongo, pensando más en el público lector en general, es que ha utilizado la letra cursiva y esto puede entorpecer un poco la lectura, sobre todo en aquellas personas que no están acostumbradas. Pero bueno, es una apreciación personal, lo cierto es que también le da un toque único y más personal. La autora es una buena ilustradora y, también, escritora. Tiene un estilo claro y directo. En todo momento habla de tú a tú al lector y no le molesta que conozca sus secretos más privados. Me ha gustado esta forma de escribir.

A mí me ha gustado. Te hace recordar muchas cosas, es de los que te ponen nostálgico casi sin proponérselo. Es una lectura atemporal, de las que no pasan de moda, porque siempre tienes curiosidad por volver a recordar. Aunque está dirigido principalmente a quienes vivieron los 90, también lo está hacia las nuevas generaciones, para que conozcan un poco qué y cómo fueron los 90. Una década que reivindica. Muchas veces pasa un poco inadvertida ante el poder de los 80.

La edición de Lunwerg vuelve a estar muy cuidada. El libro está encuadernado en tapa dura y la calidad del papel es buena. Es una lectura que te invita a recordar. Yo lo recomiendo mucho, me ha hecho pasar un buen rato.

Ysabel M.