Chernóbil. La caída de Atomgrad

Opinión:

"Chernóbil. La caída de Atomgrad" es una novela gráfica sobre el gran desastre nuclear ocurrido en Chernóbil en 1986. Está escrito e ilustrado por Matyás Namai, conocido por adaptar obras literarias al formato de novela gráfica, como por ejemplo, "1984" y "El sendero del Dalái Lama".

La edición por parte de Blume es en tapa dura, con una cinta de raso amarilla a modo de marcapáginas y con un gramaje de calidad para sus páginas. Es un ejemplar que gustará a cualquier fan de las novelas gráficas.

Las ilustraciones de "Chernóbil. La caída de Atomgrad" tienen un estilo muy característico y llamativo, ya que los colores principalmente usados son el azul y el amarillo, aprovechando el contraste entre ambos para dar énfasis a las escenas de mayor dramatismo o sentimiento. Aun así, el uso de ambos colores no es casual, ya que el autor lo ha usado como una referencia a Ucrania.

En "Chernóbil. La caída de Atomgrad", el autor detalla lo ocurrido en Chernóbil, comenzando por la construcción de la central en 1972 y todas las irregularidades que hubo, como recortes en material, la no realización de pruebas, corrupción política, o la presión a los trabajadores y sanciones, todo para que se terminase lo antes posible.

Con gran sensibilidad, el autor narra el momento de la explosión, la llegada de las primeras brigadas de bomberos y los síntomas que tanto ellos como los trabajadores de la central nuclear empezaron a notar debido a la exposición de la radiación.

La gran nube radiactiva pronto se extendió por Prípiat y las aldeas cercanas, provocando poco a poco la evacuación completa, dejando Prípiat como una ciudad fantasma congelada en el tiempo. Aun así, el aviso de lo ocurrido llegó muy tarde. Como suele pasar, se intentó tapar, o minimizar consecuencias, lo cual agravó la situación. Incluso en una foto publicada en el periódico se "eliminó" la nube que salía de la central nuclear. Los habitantes de Prípiat, con el tiempo, solo pudieron volver para recoger algunas de sus pertenencias, las que no daban un rango de radiación. Incluso una gran cantidad de animales, tanto de compañía como de granja, fueron asesinados.

Posteriormente veremos cómo se desarrollaron los juicios, la búsqueda de culpables y como unos se iban pasando la pelota a otros. 

El autor también detalla las consecuencias para los miles de niños de Ucrania, Bielorrusia y Rusia afectados por la radiación, sufriendo enfermedades como cáncer de tiroides y leucemia, los llamados "hijos de Chernóbil"; pero también cómo muchas personas regresaron a sus casas a pesar del peligro, y cómo convivían con la radiación, pensando que, aunque tuvieran un hijo deforme, lo querrían igual.

Como siempre ocurre en estos casos, las cifras oficiales de muertes son mucho menores de las "reales", o de las causadas con el paso del tiempo debido a la radiación. Miles de personas fueron afectadas por la tragedia, de una manera u otra.

Sin duda, "Chernóbil. La caída de Atomgrad" es una novela gráfica desgarradora, que pone la piel de gallina al pensar en lo ocurrido. Es de esas novelas necesarias de leer, y cuya historia no puede caer en el olvido, sobre todo para las nuevas generaciones, por todas las personas que murieron y vieron sus vidas truncadas por culpa de la ambición del ser humano.

Vane Gómez