Blackwater IV. La guerra

Opinión:

En las primeras páginas el lector encontrará un pequeño resumen de "Blackwater III. La casa". Luego un pequeño mapa de Perdido del año 1938, con las casas señaladas de los protagonistas y la genealogía de Caskey, Sapp, Snyder y Welles, 1938.

"La guerra" es una nueva entrega en la saga de la familia Caskey. Saga que ya va promediando por la mitad, y esto significa que la historia entra en un nudo en el que no paran de suceder giros y complicaciones, y vamos a disfrutar de la habilidad de McDowell para construir tramas cada vez más complejas y enrevesadas, que parece que se pusiera a prueba en cada nueva entrega. Por supuesto, el autor de Alabama supera cada nuevo desafío y va siempre a más.

Elinor, y sobre todo su hija, ganan cada vez más protagonismo. Este tramo es más un relato de transición, de una generación que da paso a la siguiente. Michael McDowell sigue enfocado en los personajes y, debido a la guerra en Europa, el pueblo de Perdido empezará a ver caras nuevas entre su gente: aquellos exiliados y desterrados que llegan del otro lado del océano a "hacerse la América". Pero así como el conflicto trae pérdidas para muchos, también trae la oportunidad de hacer nuevos negocios para el clan familiar.

Las hijas de Elinor tendrán aquí, como decíamos antes, un papel más destacado. Veremos cómo de a poco se va revelando su verdadera naturaleza oscura, las interacciones con la gente del pueblo, una de ellas huye de casa, en un arrebato de amor juvenil... La furia de Elinor puede ser impredecible. Otra muchacha encontrará en la religión el refugio necesario cuando conozca la verdadera naturaleza de su madre... Y la suya propia. El autor se propone regalarnos unas revelaciones que moverán los cimientos de Perdido, y en este libro lo que logra es cerrar varios cabos sueltos de las entregas anteriores, para abrir más incógnitas y más interrogantes que nos dejan pegados a las páginas, que de tanta curiosidad sólo queremos seguir adelante con la lectura.

Parejas que parecen sólidas como la roca, se rompen. Una mujer que regresa a la casa de su madre, su vida se convierte en una colección de fracasos. Los asesinatos y desapariciones no han remitido, y a estas alturas todos temen al río, y ya nadie se aventura a salir de noche, en ciertas zonas del pueblo... Hay miedo en los protagonistas, y una mezcla sutil de horror gótico y psicológico inunda la prosa de McDowell.

Además, el retrato que hace de la sociedad americana post depresión es sublime: describe perfectamente el sistema de castas, el sufrimiento del campesino, la intensa vida de trabajo bajo el sol, y también la vida acomodada de los pequeños burgueses en sus mansiones. Todo el desarrollo de la actividad económica y productiva que hace progresar a este pueblo, lo vamos a vivir en esta cuarta parte.

Creo que a estas alturas podemos hablar de Blackwater como otra de las grandes novelas americanas. Así como en su día fueron calificadas "It" de Stephen King, o "Una historia de fantasmas" de Peter Straub, hoy podemos poner a Blackwater a la misma altura de estas obras maestras, sin temor a equivocarme.

Violeta Lila