Aves extintas

Opinión:

Finalista del premio Locus. Nominado a mejor libro del año por Tor.Com y Kirkus Review.

Este libro es especial, diferente a otros que he leído de este género. Una saga de siglos que acapara sistemas solares y muchas galaxias. Si bien tiene toda la grandeza de una aventura espacial de ciencia ficción, la historia está impulsada por los personajes. Emocional, mágica y esclarecedora, Simon Jimenez crea un drama emotivo y realista entre las estrellas que se siente como cualquier cosa que podría desarrollarse en la Tierra en el presente.

Si bien "Aves extintas" está sólidamente en el ámbito de la ciencia ficción, la fuerza de esta historia se encuentra en los dramas humanos. Se desarrolla un rico lenguaje para contar la historia de la familia que elegimos y la familia a la que estamos ligados por sangre. En este caso, todos los elementos que marcan a la humanidad están ahí: pasiones, amor, ira, celos, venganza... La épica surge cuando estos dramas típicos que todos conocemos se desarrollan en lugares increíbles, el autor no escatimó en palabras dejando una maravillosa ambientación, como un planeta con un cielo morado, ciudades con tecnologías avanzadas..., entre medio grandes amistades, antiguos enemigos y una corporación villana.

Aquí el lector no va a encontrar un protagonista principal, vais a conocer varios personajes muy bien descritos que viajan por diferentes mundos a través del tiempo. Es una auténtica aventura espacial por el universo, un maravilloso viaje en el que estaremos pendientes hacia donde van y que hallarán allí en ese lugar al que lleguen. Sabréis de la capitana Nia Imani que deforma el tiempo..., es un poco el dilema del vampiro mientras envejece a un ritmo más lento que sus amigos. Luego está Fukimo Nakajima, responsable de crear una solución para la humanidad a través de los viajes espaciales. El más misterioso será un chico silencioso cuyos ojos parecen acaparar la totalidad del cosmos y que encontró su voz con una flauta de madera, él es mucho más de lo que parece… tanto que podría cambiar el universo. Esa es la cuestión, el coste que se pagaría, ¿valdría la pena?

Se tocan temas muy importantes y es algo curioso porque estamos ante un futuro súper lejano, pero se plantean cuestiones de cambio climático, extracción de recursos naturales, explotación natural, codicia corporativa... acompañándose de estaciones cambiantes, de estrellas que de alargar la mano las podrías acariciar... Pero no esperéis encontrar lo que se conoce bajo el nombre de ciencia ficción dura. Si bien están presentes todos los clichés clásicos de la ciencia ficción (el espacio, la tecnología y los viajes interplanetarios), la historia se basa en el corazón. Esta es una historia de emociones, de relaciones personales, del amor entre una madre y un hijo muy bien construida; Jimenez ha creado una historia épica de ciencia ficción con un espíritu humano.

Una historia repleta de asombro y magia, donde nunca sabes que va a ocurrir. Una historia metafísica de maravillas tecnológicas de viajes en el tiempo...

Dividido en tres partes, en la tercera nuestro autor cambió un poco el ritmo, cosa que el lector entenderá porque se moverá un asunto muy importante para la trama. Con lo que luché fueron los capítulos largos. Prefiero terminar mi lectura al final de un capítulo para poder reflexionar sobre lo que he leído. Este libro está lleno de capítulos enormes, pero bueno, igualmente lo he disfrutado. Narrado de forma poética, hace uso del lenguaje de manera sorprendente que se lee casi como ficción literaria. Los personajes son realistas y se sienten como si existieran y respiraran. Ellos son fuertes, buenos, malvados... Es una historia de alteridad: un niño sale de la nada a un mundo lejano que prefiere mantener las cosas simples. Silencioso, incapaz de hablar, su trascendencia podría ser la respuesta a todo o nada.

Un libro mágico lleno de preguntas, que entreteje la moralidad a través del tejido de lo que significa ser humano y amar.

Maravilloso.

Violeta Lila