Anika entre libros

Apocalipsis Z 3. La ira de los justos

Ficha realizada por: Pilar Alonso Márquez,Anika Lillo
Apocalipsis Z 3. La ira de los justos

Título: Apocalipsis Z 3. La ira de los justos
Título Original: (Apocalipsis Z. La ira de los justos, 2011)
Autor: Manel Loureiro
Editorial: Plaza & Janés


Copyright:

© 2011, Manel Loureiro Doval
© 2011, Random House Mondadori S.A.

(acceso a edición de bolsillo)

Edición: 2ª Edición, Febrero 2010
ISBN: 9788499890586
Tapa: Blanda
Etiquetas: apocalipsis fin del mundo supervivencia supervivientes literatura española trilogías terror miedo horror zombis pandemia persecuciones acción aventuras tensión
Nº de páginas: 382

Argumento:


Los supervivientes del Apocalipsis zombi han sido rescatados en medio del océano por un petrolero que se dirige a la costa de Estados Unidos. Allí sobrevive una comunidad gobernada por un enigmático predicador.
 
Pero la paradisíaca población de Gulfport esconde secretos tan terribles como los No Muertos, que siguen congregándose al otro lado de los muros y cuyo número parece ir menguando. Secretos que pondrán en peligro las vidas de nuestros protagonistas y que los llevarán al límite de su resistencia.

 

Opinión:

 

Pilar Alonso

Última entrega de esta espectacular trilogía sobre zombis, en la que un abogado gallego se ve inmerso en una continua lucha por su supervivencia. Acompañado por su gato Lúculo, su amigo ucraniano Víktor y su joven novia Lucía, va a continuar el viaje que iniciaron al final de la segunda entrega, cuando abandonaban las islas Canarias - al borde de una guerra civil - a bordo de un pequeño barco.
 
Su viaje los va a conducir en esta ocasión al sur de los Estados Unidos, en concreto a una población de Mississippi gobernada por un predicador xenófobo y fanático. En este último libro de la serie, los zombies van a quedar relegados a un segundo lugar. Siguen estando presentes, aunque en menor número, y la amenaza que representan queda eclipsada por la del predicador Greene y sus secuaces. Los vivos son en este caso más peligrosos que los No Muertos.
 
Manel Loureiro pone sobre el papel la imagen de un mundo post-apocalíptico en el que han sobrevivido los más aptos, que no necesariamente son los más íntegros, convirtiendo al hombre en el peor enemigo del hombre.
 
En esta ocasión, el autor ha optado por abrir el plano y narrar algunos pasajes en tercera persona. De este modo el lector puede conocer lo que sucede al margen de las aventuras del abogado y sus amigos, y el recurso es de lo más acertado. De este modo podemos profundizar en la complejidad de otros personajes, como el predicador Greene o su mano derecha, Grapes. Pero también la de otros puntos en el espacio, como lo que sucede en Corea del Norte, el único país que, al mantener sus fronteras celosamente custodiadas, no ha sufrido la pandemia que ha azotado al resto del planeta.
 
La prosa de Manel Loureiro es directa, ágil, y nos envuelve de tal modo en la historia que somos capaces de pasar horas sumergidos en ella sin darnos cuenta. Esa capacidad de involucrarnos es quizá la nota dominante en las tres novelas de esta serie en la que, según sus propias palabras, personas normales y corrientes, con las que cualquier lector puede identificarse, se ven inmersas en situaciones extraordinarias.
 
Es probable que esta tercera entrega sea, técnicamente, la mejor de la trilogía. El autor parece haber ido madurando a lo largo de estos años y su calidad narrativa es brillante. Con un gran dominio de la tensión dramática y con unos personajes que recuerdan a los del maestro Stephen King, Manel Loureiro culmina con esta novela una aventura que se inició hace unos años en un blog y que lo ha convertido en un referente de la literatura de terror de nuestro país.
 
Una magnífica serie que presagia una carrera espectacular. 
 
Pilar Alonso Márquez

 

 

Anika Lillo

 

Si el primer volumen era fascinante, el tercero es el broche de oro para la trilogía. De nuevo se llena de acción cada página, y a falta de No Muertos bamboleando por las calles nos encontramos con dos tipos que harán que las cosas se pongan difíciles para todos: los arios que dirigen la Ley en Gulfport -o sea presos nazis de mala calaña y peores sentimientos- y esa división entre arios y chicanos o negros, y la novedosa idea de tener Cladoxpan, el medicamento que permite vivir a los infectados. A partir de aquí la historia se llena de aventuras y posibilidades.

Si a un libro de zombis le quitas los zombis (al menos en un ambiente cerrado porque Gulfport está vallado con un muro) te puede dar la impresión de que aquello no será lo mismo, pero lo es. El medicamento se da a dosis muy justas, luego los infectados están siempre pendientes de no convertirse, fuera del muro sigue habiendo zombis que son la amenaza de los exiliados -aquí se estará preparando un genocidio pues de Hitler parecen haber aprendido la idea de la gente superior y la gente inferior-, y la locura y psicopatía del padre Greene que se cree tocado por el Señor serán más alicientes para poner en constante tensión a los tres protagonistas de "Apocalipsis Z. La ira de los justos", que esta vez no estarán solos. A ellos se unirán precisamente los Justos -o será al revés, no importa- pero juntos provocarán más momentos de tensión de lo esperado. Manel, Viktor y Lucía no pueden -ni quieren- entender que exista un movimiento ario donde se divida a las personas entre humanos y subhumanos, así que tratarán de luchar por ello, pero tendrán poco tiempo para prepararse: un día. En un día todo se dispara y las páginas de la novela se convierten en un polvorín lleno de aventuras, peligro y acción.

Además de todo esto habrá dos alicientes más: Corea del Norte y la enfermedad de los zombis, pero no que uno se convierta en No Muerto, si no que estos enfermen. Las posibilidades de que tengan un fin no son otra cosa que esperanza.

Es cierto que le discutiría -qué discutidora soy- ciertas cosillas, como la descripción del vagón semejante a los del Holocausto donde no hay espacio ni para respirar y donde de pronto pueden hasta correr.

Un cariñoso saludo a ese personaje llamado Lúculo que, aunque no lo he nombrado en mis reseñas, existe: el gato persa de Manel, naranja y peludo, independiente pero amante de su dueño (bueno... siguiendo la narración de Loureiro, el dueño del amo es él) sufrirá aquí su peor pesadilla.

Magnífica trilogía. He esperado varios días antes de hacer la reseña con el fin de ver qué poso dejaba en mí, y sólo puedo decir que echo de menos a los personajes.

Anika Lillo

 

 

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