Al final de todo

Opinión:

No recomendaría este libro. Mirl Hurvits es un personaje opaco y sin brillo. Se dedica a dar vueltas sin rumbo mientras ignora a sus acompañantes, yacer en el lecho o pensar que no le gusta lo que se espera de ella sin buscar otra alternativa. Además, es narcisista, caprichosa y carece de la empatía necesaria para prever o asumir el impacto de su carácter veleidoso en cualquier persona que se le acerque. Está marcada por el inmovilismo, la anhedonia y la incapacidad de conectar con nada o con nadie. Parece interesarse por asuntos o personas pero enseguida los descarta. Se limita a utilizar para una conveniencia sin rumbo definido. Es una mujer joven, bella, deprimida y vacía a la que no he podido conocer más que superficialmente en esta novela.

El estilo es lento, un poco pesado y las cosas tardan en pasar. Que se mencione el nombre completo junto al tratamiento varias veces en cada página aumenta el efecto. También, el hecho de que una buena parte del argumento sean cotilleos y juicios propios de una comunidad pequeña y un buen número de personajes que resultan completamente accesorios. Por no mencionar la estela de hombres despechados y tratados como juguetes por la joven protagonista. Además de que no se llega a profundizar realmente en las situaciones o los sentimientos, sobretodo los de Mirl.

La motivación más importante al leer "Al final de todo" era ver si ella se decidía a hacer algo en algún momento para salir de esa inactividad donde nada escapaba de su control. La obra tiene picos de interés en algunas ocasiones, pero acaba decepcionando porque vuelve a quedar todo inmóvil y no se trata de un giro real. En lo que hace más hincapié el autor es en las costumbres y el estilo de vida judíos, que retrata con celo y precisión. Está narrado en tercera persona y eso da una visión global de las situaciones, es apropiado para este contexto. Las preguntas son también en tercera persona y eso puede desconcertar pues, en ocasiones, puede causar una ligera confusión.

En definitiva, recomendaría "Al final de todo" a quien espere una lectura lenta, tranquila y sin sorpresas o sobresaltos. Si esperas una protagonista carismática a la que poder conocer en profundidad, acción, giros argumentales significativos, un ritmo ágil o una obra con gancho, este no es tu libro.

Noelia Montalbán