Mi vida en juego

Opinión:

Con el subtítulo "Los orígenes del gánster de Barcelona", Lluc Oliveras muestra un escenario de delincuencia y drogadicción situado en los años setenta y dentro de ambientes más bien sofisticados de la ciudad, adecuados y con más posibilidades que los barrios socialmente periféricos para llevar una vida de lujos y golfería.

A la vez que seguir mayormente una cronología directa, en el desarrollo de esos años de la biografía del protagonista, tiende a contar las historias como hechos diferenciados, de manera que a veces son continuación una de otra, mientras que las hay que son un aparte sobre asuntos genéricos o transversales.

Aunque da la sensación de una documentación exhaustiva, la mayoría de veces acertada, al profundizar en la historia se advierte que en muchas ocasiones Lluc Oliveras ha optado por generalizar, obviando detalles conspicuos que podrían identificar de manera comprometedora según qué lugares o personas. No obstante, hay momentos que aparecen algunos nombres conocidos por su relieve social y con los que habría coincidido el protagonista en circunstancias propicias por las actividades de esos personajes.

Ese vivir al límite y el contarlo así, tal cual, llega a hacerse cansino. Y eso ocurre más o menos hacia la mitad de la novela, cuando te planteas si vale la pena seguir leyendo o dejarlo para mejor ocasión. Aun siendo anécdotas nuevas, la verdad es que se hace repetitivo, puesto que se trata de una acumulación de vivencias con escasa variedad sustancial más allá de los detalles. Si además se observa unas cuantas erratas en la misma zona, es cuando aparece la sonrisa al pensar que no he sido el primero que notó cansancio en la lectura. Al menos he de decir que poco después supera ese bache y mejora bastante el tono general en las páginas siguientes.

Como aspectos interesantes, "Mi vida en juego" es una novela que recorre la marginalidad de las drogas y la delincuencia desde la mirada complaciente de un protagonista que está inmerso por completo en esa vida, con algún atisbo, aunque más bien escaso, de comprensión hacia su precaria situación, pero que en ningún momento se plantea cambiar el rumbo de su vida, si no es forzado por las circunstancias.

Selin