Anika entre libros

P.O.D.

Ficha realizada por: Anika Lillo
P.O.D.

Título: P.O.D.
Título Original: (P.O.D., 2009)
Autor: Stephen Wallenfels
Editorial: La Galera
Colección: Luna Roja


Copyright:

© 2009, Stephen Wallenfels

© 2012, La Galera SAU Editorial

Traducción: Pepa Devesa
Edición: 1ª Edición, Mayo 2012
ISBN: 9788424637408
Tapa: Blanda
Etiquetas: ovnis violencia ciencia ficción sci-fi misterio supervivencia supervivientes sagas terror 15 años 14 años 16 años 12 años 13 años literatura juvenil invasiones desapariciones misteriosas
Nº de páginas: 307

Argumento:

Una buena mañana, al asomarse por la ventana, lo que ven las personas no son nubes y pajaritos, si no enormes esferas que tapan el sol y que provocan, de vez en cuando, un sonido horrible. Lo segundo que descubren es que si ponen un pie en la calle desaparecen literalmente de la vista, como si con un rayo mágico les transportaran a otro lugar (o quien sabe, quizás sólo murieran…)

Josh está en casa con su padre cuando ocurre la invasión. Una casita tipo chalet, con perro, y la madre de viaje. Esa es su situación. 

Megs, apenas una cría de doce años, espera en el coche, dentro de un garaje abierto que pertenece a un hotel, a su madre, que se ha ido con un tío prometiendo volver enseguida y con dinero para desayunar bien. Pero no vuelve.

 

Opinión:

 

Es difícil llamar libros de terror a los libros que no dan miedo, pero es que hay dos tipos de personas, las miedosas y las que -como yo- difícilmente tienen miedo. También hay dos tipos de libros, los de miedo y los que no son de miedo. Así pues, provoque miedo o no, ésta es una historia de terror ambientada en la ciencia ficción, pero de las que ocurren aquí y ahora, no de las que nos llevan a otro siglo. El terror no es siempre pasar miedo o pegarse sustos: el terror puede ser ponerse en su situación (extraterrestres de los que desconoces sus intenciones, neveras que empiezan a vaciarse, violencia…)

P.O.D. habla de una invasión y queda muy patente no lo que hacen ni para qué están aquí, si no su omnipresencia, y el saber que no puedes salir a la calle sin desaparecer bajo sus rayos, o que cuando ellos quieren sueltan unas luces que parecen rayos x, y el no saber cuándo se marcharán, y ver cómo se vacía la despensa y empieza a faltar la comida, y cómo algunos vecinos se vuelven locos psicópatas, y cómo unos se convierten en líderes a la fuerza y otros, en víctimas… Todo eso y otras muchas cosas hacen de P.O.D. una novela muy bien llevada y realmente interesante.

Eso sí, es juvenil y ligera, ideal para adolescentes en adelante, y aunque no es una crossover clara sí puede leerse y apreciarse por un adulto. Lo cierto es que se lee rapidísimo, plantea cuestiones interesantes, y hay movimiento siempre.

Por un lado están Josh y su padre, cuya relación empieza siendo la típica de padre adolescente e hijo y termina convirtiéndose en algo más fuerte (los padres, ante situaciones adversas, hacemos cualquier cosa por los hijos y pensamos en cosas que a los hijos ni se les ocurre), más típico cuando uno se sabe al límite. Stephen Wallenfels ha estado bastante acertado describiendo las situaciones que viven ambos y cómo van produciéndose los cambios.

Por otro, la pequeña Megs, con la que rápidamente conectaremos. No tiene nada que ver con nosotros, pero es una niña, está sola, no ha captado siquiera qué iba a hacer su madre cuando se largaba con aquel tío para ganar dinero rápido (ahí vemos que todavía es ingenua respecto a algunos temas) y cuando se da cuenta es la única superviviente del garaje. No así del hotel. En el hotel viven hombres malos. Malos es poco, salvajes, verdaderos cabrones que se han acomodado a la lucha del más fuerte, y ellos pertenecen a esa rama. Así pues, en el hotel estarán los más débiles comandados por los más fuertes, y Megs sobrevivirá en el garaje con constantes interrupciones violentas que la harán espabilarse. La veremos volverse perspicaz, pícara y muy valiente, todo lo que le ayudará a sobrevivir. Sólo tiene un punto flaco: una pequeña gatita a la que ha adoptado en ausencia de su madre. Quizás por ello, por esta soledad y las aventuras que vive, la parte que se refiere a Megs pueda ser la que más os guste. Y con razón.

Como novela juvenil que es resulta de lo más ligera, de las que se leen muy rápido, así que los niños poco lectores podrán apreciarla. Además son capítulos alternados: uno para Josh, otro para Megs, y así todo el tiempo, de modo que vamos viendo cómo evoluciona la historia para llegar a un final más o menos feliz -lo que lo hace realista es que no lo sea del todo- pero con un punto de esperanza que se agradece.

Ésta es la primera de una serie de novelas (la segunda, según la web del autor, se titula "Monolith"). Imagino la vuelta a casa de cierta persona y la vuelta, quizás también, de las esferas en próximas entregas cuando los personajes ya creían que podrían sobrevivir (sin peligro en los cielos), o la acción de cierto regalito de recuerdo que dejan a la Humanidad, y pienso que no está nada mal la idea de alargarla si es capaz de mantener el ritmo de interés en las siguientes historias, y así poco a poco profundizar en la historia, en los personajes, y quizás, con suerte, sorprendernos.

Yo le pasaría la novela a mi hijo. Creo que se la leería en dos tardes (bueno, siendo él en un par de horas) y que le gustaría. 

Anika Lillo

 

 

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