¡Levántate y anda!

Opinión:

El autor nos ofrece una divertida comedia con algún que otro toque dramático, en el que los malentendidos harán vivir situaciones de lo más variopintas.

Lázaro es el personaje principal que, como el personaje bíblico, parece resucitar de la mano de Jesús, su fisioterapeuta, gracias a un tratamiento revolucionario.

Será al lado de Jesús, en el hospital, cuando Lázaro experimente situaciones extrañas que le harán pensar que se encuentra ante el Jesús celestial; sobre todo cuando sube a una de las salas especiales de rehabilitación que se encuentra en las alturas.

Sin embargo, el gran contraste lo sufrirá cuando regresa a su antigua a casa y descubre que el tabique que separaba su casa de la del vecino se ha derribado para conseguir más espacio para la familia.

Lázaro incapaz de entender cómo es posible que su mujer se enamorase de una persona tan insulsa, emprenderá varias acciones encaminadas a recuperarla y que todo vuelva a ser cómo era antes de su desconexión. Al mismo tiempo tendrá que encauzar la vida de sus hijos que poco a poco se han ido separando y no llevan vidas plenas y satisfactorias.

Situaciones hilarantes, esperpénticas, a veces vergonzosas nos harán reír e incluso sorprendernos; sin embargo, el autor también deja algunas páginas para que el lector tenga el corazón encogido y aquellos que sean más sensibles puedan echar una ligera lágrima.

Estamos ante una novela fresca, divertida, que se lee prácticamente del tirón y que hará las delicias de muchos lectores. 

Por momentos se nota que se trata de la primera novela del autor, ya que hay ciertos clichés que pueden resultar muy vistos e incluso repetitivos; sin embargo, se agradece el poder disponer de novelas de este tipo para desconectar de la vida y de otro tipo de lecturas más densas.

Una novela a la que seguro que recurriré en momentos de bajón.

Mila L. Castelo