La paradoja de Atlas

Opinión:

"La paradoja de Atlas" retoma la historia donde se quedó "Los seis de Atlas": con uno de ellos neutralizado y sus compañeros, que todavía tienen un año por delante en la Biblioteca, habiendo hecho voto de recuperarlo.

Ahora que no tienen que competir y eliminarse mutuamente, y que falta también el elemento aglutinador que suponía ese personaje, las dinámicas entre ellos cambian y se centran en sus propios proyectos y en satisfacer su curiosidad. En este caso, la biblioteca se convierte en un personaje más, como un ente sintiente que tiene cierto poder de decisión y al que los protagonistas se empeñan en manipular para conseguir sus objetivos.

Queda patente también que ese año les está consumiendo, y a nivel psicológico siguen teniendo un desarrollo brutal, lo cual no quiere decir que el lector necesariamente les tenga cariño. Ya comenté que todos son odiosos a su manera (y en diferentes grados), lo cual no les hace menos interesantes, aunque puede haber lectores que no les traguen.

La estructura, que sigue siendo la alternancia de puntos de vista de cada uno de los personajes (los protagonistas y alguno más para entender mejor alguna de las cosas que pasan) facilita la comprensión de esas psiques tan complejas, ya que vemos no solo lo que piensa el personaje sobre los demás, sino también, muchas veces, la reflexión sobre sí mismo. Esto nos permite ver todas las caras del prisma, pero tiene como inconveniente que haya una cierta sensación de poco avance en la trama.

Por otro lado, esta empieza a encaminarse de una forma que me está agradando. Hay un plan que cada vez se va haciendo más claro y en el que los protagonistas se van enredando cada vez más a medida que van poniendo a prueba sus propios límites y los de la magia y la física (tener una base de física teórica puede ayudar al lector, por cierto). Y, por supuesto, está el contraplan, que no me pareció en ningún momento lo bastante sólido.

El final, por otro lado, es de infarto, y se desvelan algunas cosas que indican que puede haber un nuevo giro en lo que hemos preconcebido. Además, hay un peligro real y un gran potencial para que los personajes realicen algo extraordinario, así que es inevitable quedarse con la intriga.

Déborah F. Muñoz