Kamasutra para dormir a un espectro

Opinión:

La pasión erótica no tiene edad, ha afirmado Clara Janés al presentar su nuevo libro. Y es cierto: en "Kamasutra para dormir a un espectro" demuestra que el sexo está vigente en todas las edades y esferas de la vida. No es fácil escribir sobre este tema, y menos en la poesía, que siempre se ha visto como una herramienta peligrosa y confesional. Pero Janés se ha atrevido con este tema que apenas había abordado en su obra, y ha logrado un libro heterogéneo, con unas partes mejores que otras -no en vano el proceso de escritura duró años-, pero muy bien ideado y escrito.

El libro se divide en cuatro partes. La primera, titulada "El color prohibido", fue escrita a lo largo de 2016 e incluye tanto poemas como textos en prosa, muchos de ellos a modo de notas o diarios, que recopilan la experiencia de la autora tratando de elucubrar una epistemología del recuerdo. La ciencia y el lenguaje se ponen al servicio de la poeta para ofrecernos unos textos breves pero muy cohesionados en los que, rozando la poesía más emotiva, se apunta filosóficamente a los límites y a los mecanismos del conocimiento. Muchos de los textos parten de la lectura o de experiencias artísticas previas, de modo que se cita a Platón, a Ida Vitale o a Purcell, entre otros.

La segunda parte, que da título al libro ("Kamasutra para dormir a un espectro"), fue escrita en la primavera de 2014. Posiblemente sea esta la sección más lograda del conjunto, pues en ella Clara Janés moderniza la tradición de la poesía mística con un conjunto de pequeños textos en prosa -pero de lenguaje poético-. La autora recorre los pasos inherentes a la mística: la vía iluminativa, la vía purgativa y la vía unitiva. Se trata de un texto deliberadamente sexual, de manera que supera la ambigüedad del "Cantar de los cantares" o de San Juan de la Cruz. Por eso, los textos se acompañan de diez ilustraciones extraídas de la colección "Suite erotique" de José Antonio Sistiaga.

Tras esto, un apéndice de 2013 rescata algunos poemas del libro "Épsilon o el jardín de las delicias", cuya idea central sirvió a la autora como germen para los textos de la primera parte de este libro. Finalmente, en la apostilla se reúne un "Minimo canzoniere" al estilo de Petrarca y de los poetas que siguieron su estilo. Clara Janés, erudita y atrevida, rescata a lo largo de todo el volumen imágenes, motivos, versos y temáticas procedentes de distintas corrientes poéticas del Renacimiento europeo. Gracias a ello, logra erigir su voz sobre las voces de aquellos poetas, o espectros, a los que más ha admirado.

Darío Luque