Frankissstein

Opinión:

El mundo de la edición en nuestro país en ocasiones ofrece la sensación de no saber exactamente qué tiene entre manos cuando pone en librerías un nuevo título. La hiperinflación de libros editados, con colecciones amplísimas y según que propuestas innecesarias, provoca que incluso quienes se juegan el dinero en ello muchas veces no vendan su producto de la manera adecuada. La excelente novela que lleva como título este juguetón "Frankissstein" es un buen ejemplo de esto que les cuento: hay veces en las que las editoriales no solamente pueden despistarnos loando excesivamente un texto menor (cosa comprensiva, pues al fin y al cabo su trabajo es vender libros), sino también usando el marketing equivocado -en este caso por superficial- en una obra de mucho más interés. "Frankissstein" es una novela notable, sobre todo porque toca de una manera muy inteligente temas que van a ser los grandes dilemas éticos del siglo XXI: el futuro del amor en una sociedad tan superficial e independiente como la que vivimos, el significado de la muerte si se alcanzan las promesas de la vida eterna (virtual, o del tipo que sea), y el lugar de lo verdaderamente humano en la era de lo cyborg.

Quizá la autora o su editorial de origen tengan parte de culpa en la emisión de un mensaje equivocado sobre el contenido del libro al lector. Estimo que tampoco ha acertado con el título, que parece demasiado frívolo para una obra tan profunda. Tanto en las ediciones del mundo anglosajón como en la española que brinda la siempre certera Lumen, las editoriales han optado por vender "Frankissstein" como un divertimento extravagante y salvaje, provocador. Para ello se basan sobre todo en el hecho de que su sinopsis sea poco convencional: en una Inglaterra post-Brexit, un médico transgénero llamado Ry Shelley (en guiño obvio al poeta romántico casado con Mary Shelley) comienza un romance con el profesor Victor Stein, científico que realiza unos escalofriantes experimentos clandestinos que pretenden encontrar la vida eterna. La tercera pata de este banco enloquecido será Ron Lord, un gurú caprichoso e inestable que se dedica a la fabricación de las muñecas sexuales robóticas. Pero no es solamente riesgo y provocación lo que se encuentra en la novela, sino un agudo análisis de algunos de los peores caminos que la ciencia actual ha emprendido, con avisos claros de que buscando la vida eterna podemos encontrar la extinción del homo sapiens. Una obra valiosa, lírica en ocasiones, pero sobre todo visionaria. Aviso de cómo nuestro futuro puede ser un infierno si no establecemos límites éticos a la investigación.

Altamente recomendable para aquellos que quieren explorar narrativas que despiertan el pensamiento e indagan en los dilemas éticos y morales contemporáneos.

Rafael Ruiz Pleguezuelos