El puerto del oro

Opinión:

Michel Moutot es periodista de la Agence France Presse. Recibió el premio Louis Hachette por su cobertura en los atentados del 11-S. También recibió el premio Albert Londres, el más prestigioso de la prensa francesa, por su trabajo sobre la guerra de Kosovo. Ha cubierto una quincena de conflictos a lo largo de su carrera, como la guerra del Golfo y de la antigua Yugoslavia.

Con su primera novela, "Las catedrales del cielo", ganó varios premios importantes, entre ellos el Amerigo-Vespucci 2018 y el Relay de los Viajeros Lectores 2019. "El puerto del oro" es su nueva novela, una novela histórica pero con una gran cantidad de aventuras en sus páginas, lo cual hace que la lectura sea ágil y muy entretenida. Su manera de narrar me ha encantado, me ha metido de lleno en la historia, en los balleneros, en los bosques de secuoyas o en la ciudad de San Francisco que empieza a crecer.

Leer "El puerto del oro" ha sido como ver esas películas que veían mis padres cuando yo era pequeña, del oeste, de la fiebre del oro o de marineros, esas películas tan llenas de aventuras, con una pizca de drama y de amor. Michel Moutot sabe ser descriptivo cuando es necesario y sin excederse. La parte histórica que contiene la novela está muy bien incluida a lo largo de las diferentes aventuras, para que, a quién no le guste la historia en exceso, como me ocurre a mí, le resulte amena y curiosa su lectura.

Michel Moutot nos presenta una historia que comienza en 1832, en un barco ballenero. La dureza del trabajo a bordo, de la vida del marinero, meses y meses fuera de casa, queda perfectamente retratada en ese primer capítulo. Aunque en otros que leeremos después se detallan más situaciones. No conocía mucho al respecto de ello, y me ha gustado mucho aprender sobre el ámbar gris o el espermaceti. El pequeño guiño que encontramos sobre Moby Dick me ha sacado una sonrisa.

Pero el autor no se queda en ese punto de la caza de ballenas, sino que embarca a nuestros protagonistas en un viaje desde Nantucket a San Francisco, de costa a costa de Estados Unidos, pasando por el peligroso Cabo de Hornos. Un viaje increíble, bien detallado con las cartas náuticas, las paradas necesarias por el camino para reaprovisionar y los peligros del mar. Un viaje que a día de hoy, incluso por mar, sería mucho más corto de tiempo que lo que les llevó a los hermanos Fleming y el resto de pasajeros. Leyendo situaciones así, el lector se dará cuenta de la evolución que el ser humano ha conseguido.

La famosa "fiebre del oro" es lo que lleva a los hermanos Fleming a San Francisco, una época en la que la ciudad apenas estaba formada por unas cuantas tiendas de campaña y en donde los viajeros que iban en busca del oro tenían que dormir en ocasiones en el suelo entre basura y ratas. En "El puerto del oro" el lector irá viendo crecer y prosperar la ciudad de San Francisco, a la vez que la vida de los hermanos Fleming y los pasajeros a bordo del barco, el Freedom, también cambia. Con la llegada a San Francisco se darán cuenta que la llamada del oro no es tan fácil como en las noticias se decía, pero cada uno busca la manera de hacer dinero, ya que pronto descubrirán que las riquezas no se obtienen solo del oro.

Un punto que me ha gustado es la relación que el autor establece entre los personajes. Algunos, irremediablemente, quedan más de lado, pero a mi manera de ver, son los menos. El resto, se mantienen casi presentes en todo momento hasta el final de la novela. De esta manera, el autor mantiene la intriga en varios frentes, para que el lector no pierda las ganas de leer en ningún momento.

Por último, me ha sorprendido el salto final, al 2016. Prefiero no decir más al respecto, ya que a la mínima puedo dar alguna pista y creo que la esencia es que el lector lo descubra de manera íntegra, sin saber nada más. Pero no va a defraudar.

Con "El puerto del oro" me lo he pasado genial, es una novela que recomiendo totalmente para todos los amantes de las aventuras y la acción.

Vane Gómez