Cenotafio: Antología poética (1969-2009)

Opinión:

Por desgracia, estamos muy acostumbrados a escuchar que tal o cual escritor ha conseguido crear un universo poético propio, personal e innovador, pero a menudo no es cierto, y nos quedamos defraudados antes siquiera de haber acabado de leer uno de sus libros Sin embargo, si dijéramos esto mismo del escritor Jaime Siles estaríamos siendo fieles a la verdad, ya que es un poeta que se ha ido forjando con pasos firmes y constantes a lo largo de toda su vida hasta lograr ese universo propio del que parece que tanto se habla, pese a que tan pocas y raras veces se consiga.

Además, esta singular antología posee un gran valor añadido y es que va precedida por una extensa y esclarecedora introducción realizada por el profesor de la Universidad de Valencia, Sergio Arlandis, que nos ayudará a comprender mejor a este autor perteneciente a una de las generaciones que ya ha marcado el curso de la Historia de la Literatura española y que es la generación de los novísimos, aunque más tarde el propio Jaime Siles y Luis Alberto de Cuenca preferirán designarla con lo que considerarán un concepto más amplio y abarcador, generación del lenguaje, dada la alta formación intelectual que poseen todos y cada uno de sus miembros y el claro objetivo que comparten de querer dejar atrás la poesía de posguerra e iniciar un nuevo ciclo dentro de la poesía postmoderna.

Al leer esta obra seremos conscientes de que ha habido una serie de constantes que se han ido manteniendo, aunque con variaciones, en todo el quehacer poético de Jaime Siles, una de esas constantes es la profunda preocupación por el lenguaje. Además, en este autor, a diferencia de otros poetas de su generación, veremos que alcanza su grado máximo porque el lenguaje llega a ser su sello de identidad. De este modo, de una manera reveladora nos dirá en unos de sus versos: "Por eso he amado el río de la lengua / y he recorrido a pie todo su curso". Y como toda gran verdad aflorará en más de una ocasión: "Hoy y mañana y siempre / volver / siempre volver / a la palabra, himno / de la verdad del ser".

También disfrutaremos en todo momento de la musicalidad que irradian cada uno de sus versos que son como destellos de luz que iluminan toda su poesía: "Amor, en las hebillas de tu broche, / gimen gemas de jades y jazmines" o "A las olas que pulsa, / con su pulso, el Pacífico / o las islas que lava / con su lava un volcán. // A todo lo que existe / más allá de uno mismo. / A todo lo lejano, / navegar, navegar.".

Y al lado de esta obsesión por el lenguaje convive de manera natural otra, la del paso del tiempo: "Saber que como todos nos morimos, / saber que somos comas nada más, / saber que lo semas -ya lo vimos-/ ponen sobre los somas luz de gas". Y con estos versos reflexivos a la vez que expresivos que nos demuestran cómo pueden llegar a unirse en un poeta lenguaje y vida, les dejamos, no sin antes recomendarles esta cuidada antología como lectura imprescindible.

Isabel Alamar