El regreso de Abba

Opinión:

"El regreso de Abba" tenía una mezcla de personajes con potencial: una cantante que acaba de finalizar una relación, una estrella atormentada y decadente y un realizador en crisis adicto a las sustancias psicodélicas. Había tantas posibles formas en las que ese trío podía crear un argumento explosivo que no pude resistirme. No obstante, al final me he encontrado con una historia bastante descafeinada (más que generarse conflicto, lo que hacen al convivir es resolver sus conflictos) que podría haberse narrado en muchas menos páginas y que a ratos se me hacía pesada porque carecía de ritmo. No llega a ser aburrido, pero en ciertas partes se quedaba cerca.

No sé si es que esos ambientes bohemio-artísticos no me acaban de decir mucho o que se alejan tanto de mi realidad que no los asimilo, pero lo cierto es que en todo momento sentía que estaba leyendo algo muy artificial. Aunque se profundiza mucho en los personajes, no he sido capaz de creérmelos y los diálogos no me han parecido especialmente buenos para darles vida. El texto estaba muy cuidado, quizás demasiado, y se esforzaba por buscar referencias culturales y temáticas serias, pero quizás por eso me pareció tan artificial. No ayuda nada que no se explique qué relación previa había entre Abba y Hugo, por qué decidieron grabar esa canción que de repente puede catapultarles si trabajan juntos cuando al principio se ve que no se llevan muy bien. O que el final sea brusco, un cierre rápido que descoloca.

Aun así, tiene factores a favor. Es una prosa cuidada y la descripción de los lugares te transporta a ellos, dándote ganas de visitarlos. Y la música lo impregna todo, se nota que lo ha escrito alguien a quien le gusta ese arte. Parece ser que el texto de Marc Ros está muy relacionado con el disco que ha sacado con su banda, Sidonie. No he tenido la oportunidad de escucharlo, aunque puede que lo haga porque a lo mejor complementa eso que he sentido que me faltaba entre las páginas. No sé, no era mi libro y no logró calarme, aunque eso no significa que no sea disfrutable para otra clase de público.

Déborah F. Muñoz