Anika entre libros

Crónica de los Premios de novela Azorín 2014 - 4

Anika Lillo, marzo 2014

 

Crónica de los Premios de novela Azorín 2014, página 4

 

Después de la rueda de prensa y estas fotos nos fuimos al cócktail. Allí pillé finalmente a Ramón Arangüena para hacerle una foto presencial de cerca (porque con las de lejos si os digo que es Rompetechos no hay quien lo pueda desmentir a menos que estuviera allí, de lo mal que se ven).

 

Ramon -aranguena

 

El cócktail, muy chulo. Sobre todo se veían hombres trajeados, a punta mala. Color favorito: azules oscuros. Y delicatessen que iban y venían, pero lo más original era que en las mesas había unos enormes panes de aspecto impecable que tenían "letras" incrustadas y que lucían así:

 

 Pan _con -letra

 

La importancia de las letras fue una constante en todo el evento. Me gustó muchísimo poder presenciar tanto la danza como estas letras presidiendo mesas.

 

Si os digo que me comí una hamburguesa y me llené diréis ¿pero qué clase de comida daban en ese cocktail? Que noooooooo, que eran delicatessen, hasta la mini hamburguesita que estaba rica de morirse me la comí a gusto, pero como me lleno tan rápido (de tamaño, pan incluido, sería como una bola de billar) decidí no comer nada más, y dejé pasar cada cosa ante mis ojos… pero es que luego había cena y tenía que guardar espacio.

 

Juan Eslava, Almudena de Arteaga y Nativel Preciado

Juan -almudena -nativel

 

 

Tras el cócktail, Ana Jover, la Jefa del Gabinete de Comunicación de la Diputación de Alicante nos llevó a cenar a un restaurante muy chulo y moderno. Cuando le dimos la dirección al taxista, este mismo nos dijo que era una muy buena elección. Y vaya si tenía razón.

 

No creo que Alfredo se pueda quejar: Anika a su derecha y Laura a su izquierda.

Anika -alfredo -laura 

 

Yo, que quería no comer demasiado porque no estoy acostumbrada a comer mucho, casi me lleno con una rodaja de pan con tomate y serrano, rechacé el paté y me animé con la croqueta de seta, pero era tan grande y estaba tan buena que cuando me llegó el plato que pedí (chuletitas de cordero), que por cierto estaban de muerte, ¡¡no me cabían!! Sí, mucha gente me dice "¡qué suerte!" porque como poco y por tanto tampoco engordo, pero si supieran las cosas que me pierdo porque con tres aceitunas me lleno :P  Y encima llega el postre y se me cae el mundo al suelo… Una delicatessen muy particular: pan, chocolate, aceite y sal. Me instaban a que lo probara, al menos el chocolate, y yo temiendo reventar el pantalón… Finalmente lo probé. Qué bueno, por dios.

 

 Postre

 

Pero lo que sí me cupo -quizás porque era ligero y fresco- fue la copa de helado de turrón que estaba de muerte. No sabéis cuánto agradecí que no me llevaran a unos de esos sitios súper mega chics donde te ponen platos raros que sólo aguantan los estómagos acostumbrados a comer cualquier cosa.

 

Laura Verdura y Ana Jover

Laura -y -ana

 

Las chicas que estaban a mi derecha (muuuuuuy simpáticas) eran fotógrafas profesionales y con ellas descubrí alguna nueva cosita del móvil y sus posibilidades con la cámara. De hecho hice una foto al restaurante y esa puerta que véis verde (un parapeto), en realidad no tenía ese color. Alfredo me comentó que él a eso le llama "anomalía", pero quedó chula de verdad:

 

Cena -restaurante

 

(Continuar crónica en siguiente página desde menú lateral derecho)

 

 

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