Anika entre libros

wunderkind, una reluciente moneda de plata

Ficha realizada por: Gemma Nieto
wunderkind, una reluciente moneda de plata

Título: wunderkind, una reluciente moneda de plata
Título Original: (wunderkind, una lucida moneta d’argento, 2009)
Autor: D'Andrea G. L.
Editorial: Molino


Copyright: Traducción de Helena Aguilá Ruzola, 2009
© D´Andrea G. L. 2009
1ª Edición, Mayo 2010 ISBN: 9788427200289
Etiquetas: fantasía fantástico gótica gótico horror miedo terror

Argumento:


Dent de Nuit es un barrio parisino que no aparece en ningún mapa y en el que suceden las cosas más extrañas que uno pueda imaginarse. En él viven personas muy peculiares, como los Cambistas, que son capaces de hacer Trueques (modificar la realidad) a cambio de sus propios recuerdos.
 
Caius Strauss, un niño de 14 años, se verá obligado a madurar muy deprisa cuando su mundo dé un giro de 180 grados. Perderá a sus padres a manos de unos seres del infierno, los Cagulars… pero también conocerá la locura del Calibán, el terrible beso del Carcomido y a los fóbicos no-muertos. Y será entonces cuando se entere de la existencia de Dent de Nuit y de su mágico mundo, a veces repleto de pesadillas.
 
Junto a sus nuevos amigos tendrá que luchar para salvar a París del caos en el que pretende sumirle el Vendedor, un hombre que acumula poder y que es capaz de esclavizar a un dios; y al mismo tiempo deberá buscar la verdad que se esconde tras lo que él personifica: el Wunderkind.

Opinión:


"Wunderkind" se nos presenta como una novela de fantasía juvenil. Sin embargo, yo la consideraría para adultos, tanto por el lenguaje empleado (estólido, histrionismo, enervante, incolumidad) que puede resultar algo complejo; como por la cantidad de entrañas, vísceras y horrores con los que nos iremos topando página sí y página también. Me ha recordado, en numerosas ocasiones, a una de esas películas de terror de clase B donde la mejor es aquella que más cantidad de sangre y chillidos sea capaz de acumular por segundo de metraje.
 
A diferencia de Stephen King, maestro del terror, D’Andrea se ve en la necesidad de ir muy lejos en sus góticas descripciones, cuando con un par de adjetivos concretos bien colocados en cada página le habrían bastado para sus fines. Logra crear la atmósfera lúgubre que se propone, eso sí, pero ¿a qué precio?
 
Aunque se tarda mucho en encontrar el hilo de la historia ya que el autor intercala numerosas escenas oníricas de difícil comprensión, los diálogos ayudan a ello ya que son los únicos que parecen alcanzar la cordura en un mundo que se ha vuelto loco.
 
Y es precisamente ése el punto fuerte de la obra, el mundo que consigue recrear a través del inverosímil barrio parisino Dent de Nuit. Su imaginación es desbordante y, exceptuando a los hombres lobos, ha conseguido inventar un mundo mágico de seres extraordinarios que no se parece en nada a ningún otro y por el que deambulan a sus anchas los Cagulars, los Canydos, los Fóbicos,… una sorprendente lista de extraños seres. Pero no solo a ellos, también la invención de los Cambistas que truecan sus recuerdos para cambiar la realidad, las Manufacturas (objetos a los que les ha aplicado ese poder), Trueques (la acción en sí)…
 
Otro de esos puntos fuertes es que el autor ha conseguido sobradamente sus fines de aturdir y confundir al lector, ya que el exceso de imágenes oníricas que escribe parecen salidas de la cabeza de un demente y consiguen desorientarle en exceso. Y creo sinceramente que esa ha sido su intención porque es un reflejo fiel de lo que es Dent de Nuit. De alguna forma, el autor ha supuesto que la mejor manera de reflejar el caótico barrio que describe ha sido con una anárquica narración como forma de acercar al lector la realidad que relata. Alcanzar la comprensión de la lectura a través de esas “alucinaciones” exige un esfuerzo extra por parte del lector para no perderse en la trama. Un diez, sin ninguna duda.
 
Uno de los errores de bulto que puedo descubrirle al autor es su falta de lógica, o lógica errónea, que repite a lo largo de la narración. Algo así como: Si A es B, y B es C, A tiene que ser C. Uno de los ejemplos lo encontramos en la página 294: si a los Cazadores (una especie de licántropo) le encantan los retos y Dent de Nuit es un reto para ellos; lo lógico sería que estuvieran cazando todos los días en el barrio. Pues no, el autor nos dice que no van nunca a cazar a esa zona. Esta es la lógica errónea o confusa a la que hago referencia.
 
Por su parte, la traducción me parece sobresaliente y el diseño de cubierta es muy atractivo, reproduce a la perfección  la “oscuridad” del relato que podremos leer en el interior.
 
Con esta obra asistimos a la lectura de una novela extraña, como leer dentro de la cabeza de un loco. Este estilo novedoso, que no sé si visionario (como he leído sobre él), nos enfrentará con la lectura de una continuación porque, entre otros cabos sueltos, no se nos explica el porqué del título, Wunderkind, ni qué persiguen en realidad los dos grupos enfrentados en el libro.

Gemma Nieto

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