Una hermana

Opinión:

Maravilloso. Siempre me gusta Bastien Vivès, no me cansaré de repetir que es fantástico plasmando el mundo de las relaciones personales, y que su capacidad de crear de una historia que te deja absorta cuando en realidad te está contando lo más normal del mundo, me dice que lo suyo es puro talento. Pero esta vez, quizá porque toca el mundo de los adolescentes, se siente más "bonito".

Y le acompaña el dibujo de una manera espectacular, me ha enamorado totalmente. Trazos a veces sugerentes, otras más explícitos, labios que incitan a besar, ojos sorprendidos, poses de Hélène que turban a Antoine, gestos que lo dicen todo… y dos colores, únicamente el negro del dibujo y un tintado, que produce detalles y sombras, de un color gris amarronado muy particular, elección bajo mi punto de vista muy acertada porque de  haber sido simplemente gris habría resultado un dibujo muy apagado.

En "Una hermana" Antoine se plantea cómo sería tenerla (una hermana). Hélène está allí porque su madre ha sufrido un aborto, y aprovechando el tema su madre le cuenta que él también habría podido tener una hermana mayor porque también ella sufrió un aborto natural. Antoine se siente a gusto con Hélène ¿Sería así tener una hermana mayor? Habla mucho con ella, y de cualquier cosa, y hace cosas que no podría hacer con Titi. Pero lo cierto es que si hubiera tenido una hermana tampoco habría podido hacer ciertas cosas con ella, porque con Hélène, lo que Antoine descubre, entre otras cosas, es el sexo.

Juntos viven la noche, conocen gente nueva, mayor que ellos, beben, dan algunas caladas, disfrutan de un verano que podría ser cualquier verano, pero dos cosas en particular harán de esos días algo imposible de olvidar para nuestro joven protagonista. Una es Hélène, y lo que descubre con ella, la otra forma parte del final, un final impactante, de esos que no se pueden contar.

Me imagino que Bastien Vivès tendrá muy cercana en su corazón la adolescencia, porque su historia refleja a la perfección el comportamiento de los adolescentes, su conducta, su forma de comunicarse, de descubrirse, de sincerarse, de aprender y de grabar a fuego lo que a buen seguro recordarán el resto de sus vidas.

Una preciosidad de historia; no podría ser de otra forma.

Anika Lillo