Turbación

Opinión:

Nacida en Uruguay y afincada en España desde su exilio en los años setenta, Cristina Peri Rossi lleva décadas construyendo una obra que ha ido sumando reconocimientos (el Ciudad de Barcelona o el Premio Internacional José Donoso son apenas dos ejemplos de ello) hasta culminar, hace pocos años, en el Premio Cervantes. Sus novelas, como "La nave de los locos", "El amor es una droga dura" o "Todo lo que no te pude decir", han dejado una huella firme en la narrativa contemporánea; y lo mismo podría decirse de sus libros de relatos, tales como "Habitaciones privadas" o "El museo de los esfuerzos inútiles", donde demuestra un pulso particular para las formas breves. En esa estela se mueve "Turbación", publicado apenas un año después de "Extrañas parejas": un volumen con tres piezas de longitud desigual que exploran, desde ángulos muy distintos, momentos de desconcierto en los que los personajes se ven obligados a mirarse por dentro más de lo que desearían.

El relato que abre el libro, y que le da nombre, es con mucho el más largo. En él conocemos a la señora Cora, una mujer de unos cincuenta años, conservadora en su vida y en su matrimonio, que acude a un psicólogo porque algo empieza a resquebrajarse en su rutina. Peri Rossi articula la historia a través de las sesiones de terapia, donde la susceptibilidad casi maniática de la paciente contrasta con la lucidez del terapeuta, cuyas anotaciones aportan una segunda lectura: irónica, incisiva y, a veces, más reveladora que las propias palabras de Cora. Todo gira alrededor de su reciente amistad con una escritora famosa (una figura que inevitablemente recuerda a la propia autora) y de las emociones ambiguas, quizá demasiado intensas, que esa relación despierta. ¿Es solo una amistad tardía o algo que ella misma prefiere no nombrar? El texto avanza sobre ese filo, y deja que sea el lector quien establezca lo que la protagonista no acaba de atreverse a ver.

El segundo relato, bastante más breve, plantea un combate distinto: el de una mujer que convierte cada sesión en una especie de pulso absurdo con su psicólogo. Va a terapia para demostrar que no la necesita, y el resultado es una cadena de conversaciones que no llevan a ninguna parte, salvo a dejar clara su férrea negativa a dejarse ayudar y la paciencia ilimitada del profesional que la atiende. En el tercero, en cambio, la autora cambia de registro: un adolescente llega a consulta después de que la policía lo sorprenda intentando mantener relaciones sexuales con una estatua. La psicóloga se enfrenta al caso entre la perplejidad, la profesionalidad y un cierto humor involuntario, mientras el chico expone su filia con una mezcla de sinceridad, pudor y desarmante naturalidad. El resultado es tan extraño como conmovedor: un retrato de las derivas del deseo y de la vulnerabilidad adolescente sin morbo ni caricatura.

En conjunto, "Turbación" reúne muchos de los gestos más reconocibles de Peri Rossi: la crítica a las normas que nos encorsetan, una aproximación directa a la sexualidad, ciertos guiños autobiográficos y un estilo preciso, inteligente, capaz de iluminar rincones íntimos sin perder ligereza. Es un libro breve, sí, pero suficientemente afilado como para recordar al lector por qué Peri Rossi sigue siendo una voz imprescindible: porque sabe mirar donde los demás apartan los ojos, y hacerlo con una claridad que desarma y, a veces, inquieta.

*Publicado por Menoscuarto Ediciones.

Darío Luque