Tras los pasos de Livingstone

Opinión:

Esta magnífica obra de Moret no sólo nos sumerge en ese rincón fascinante de la geografía africana, sino que recupera la memoria y colosal mérito de aquellos primeros exploradores, como Livingstone o Stanley, que permitieron el conocimiento de una geografía que hasta entonces era una enorme mancha en blanco en todos los mapas del continente africano.

Moret sortea con clase el riesgo de la mitomanía, más propia de turistas que de viajeros, porque usa de excusa aquellos osados exploradores para su propia aventura personal. Para ofrecer su propia visión de paisajes, personas, ciudades, ambientes, que recurre al recuerdo de aquellos extraordinarios personajes para ofrecer su propia mirada y experiencia de ese singular rincón de la geografía.

Salvando las inevitables distancias históricas, la prosa de Moret es un juego inteligente entre el viaje y la historia, con un exuberante decorado que ofrece un universo de posibilidades que el autor maneja con enorme destreza narrativa. Un viaje que rompe la barrera del tiempo, porque se ofrece en un paralelo de espacios y rutas, que ayudan al lector a conocer el África oriental y al mismo tiempo las extremas tribulaciones de sus primeros exploradores.

Con guiños a otros personajes del pasado, como el Aga Khan o Howard Hawk, y muy especialmente la autora de la conocida Memorias de África, la renombrada Isak Denisen cuyo nombre real fue Karen Blixen, popularizada gracias a la película de Sidney Pollack y protagonizada por Meryl Streep y Robert Redford, que trae al presente otros pioneros en aquellas lejanas tierras, especialmente esta autora, que a las dificultades propias de aquellos tiempos y espacios, se le unía las dificultades adicionales que se imponían a las mujeres.

Un viaje a la selva, a las cataratas, a los lagos infinitos, a los animales salvajes, a las caóticas ciudades, al tráfico sin leyes, a pueblos tan carismáticos como los masáis, a los sobrecogedores ríos, en suma a la vida extrema donde el orden convive con el caos, donde las leyes de la naturaleza conviven en precario equilibrio con las leyes humanas, donde la avaricia, la violencia, la ignorancia, la enfermedad o la pobreza, coexisten con la belleza, la luz, la pureza, la verdad.

Una obra mágica de viajes, de geografía, de historia, de biología, etnografía, urbanismo, arquitectura, y así hasta el infinito, dominada por una magnífica calidad narrativa que permite al lector viajar con Moret a su África oriental y soñar con nuestra propia aventura.

Como escribe el propio autor, los mapas en África resultan a menudo engañosos, ya que cuando estudias las distancias entre ellos, todo parece estar mucho más cerca de lo que está en realidad. Algo de lo que padece el propio libro de Xavier Moret, porque nos engaña acercándonos tanto a ese espacio singular del planeta, sumergiéndonos de una manera tan personal en su relato que casi nos suena a recuerdo, a memoria, a esa conversación entre amigos sobre un viaje compartido.

Un libro absolutamente magnífico de imprescindible lectura para los amantes de los viajes, de África, de la Historia, y de las proezas de sus primeros exploradores.

Jorge Riet