Todos los naufragios

Opinión:

Conocí a Laura Castañón a través de su novela "La noche que no paró de llover", una historia densa que cala hondo en ti. En ella había un personaje que me llamó la atención: Valeria Santaclara. Pues bien, ella es, en cierto modo, la protagonista de esta nueva novela, que es como una precuela de la anterior, ya que nos narra la infancia y los orígenes de Valeria.

"Todos los naufragios" también ha sido publicada por Destino. Al igual que la anterior, es una novela muy densa. Laura Castañón tiene un estilo narrativo peculiar en el que los diálogos no son muy abundantes. Su estilo es muy descriptivo, y le gusta utilizar frases largas. Esto puede que lleve a algunos lectores a echarse atrás, pero yo no lo aconsejo, porque, a pesar de los párrafos largos, la novela se lee con rapidez y tiene ritmo. Desde el principio, logra captar la atención del lector con una trama muy bien desarrollada.

Es, también, una novela coral con muchos personajes aunque hay algunos que destacan un poco por encima de los otros. Para mí, estos han sido Gregorio, Onel y Flora Mateo. Los dos primeros son amigos desde la infancia y esta amistad va a mantenerse firme a pesar de algunos obstáculos que se pondrán por delate. Flora Mateo es una mujer que cala en el lector. Llega al pueblo de La Nozaleda para dar clases en la escuela. Desde el primer momento, todos se darán cuenta de que ella no es como las otras mujeres: tiene intereses culturales y sociales y aportará una bocanada de aire fresco que será considerado casi como pecaminoso por el cura del pueblo. Flora, dará clases de costura a las mujeres, pero no serán unas clases normales porque en vez de rezar el rosario, leerán a Clarín.

Paralelamente a la historia de los Santaclara, Laura Castañón narra la historia de Asturias a principios del siglo XX. Esta parte más histórica está muy bien documentada y resulta muy interesante. Cada uno de los personajes reaccionará de una forma a los acontecimientos mostrando, de alguna forma, la aparición de las dos Españas. 

"Todos los naufragios" es una historia de amores, de desencuentros, de crisis y dificultades políticas y sociales, pero también lo es de esperanza, de prevalencia, de como los vínculos fuertes son capaces de resistirlo todo. Este ha sido el mensaje que me ha transmitido. A mí me ha encantado. Ya sabía que iba a hacerlo puesto que me llevé una gran impresión con su anterior novela. En esta, además, he encontrado una cierta atmósfera clásica, hay momentos que me recuerdan a otros clásicos como "La Regenta"  o "Fortunata y Jacinta", como si la autora hubiese querido hacer un pequeño homenaje. Por ejemplo, al igual que sucede en la novela de Clarín, el lugar donde se desarrolla la trama es imaginario: La Nozaleda es como la Vetusta Morla de Clarín.

Antes he comentado que es una novela coral y creo que no hubiese sido mala idea que se hubiese incluido una pequeña lista o relación de los personajes, aunque fuesen los más importantes. Pero bueno, tampoco es un fallo garrafal y no le resta calidad a la novela. Lo cierto es que es muy buena y por eso os la recomiendo. Es una lectura con la que te emocionas y con la que sientes, esta es la magia del estilo de su autora. A pesar de ser larga, se te hace corta y te quedas con ganas de más.

Ysabel M.