susurros en el tejado

Opinión:

Muchos y variados son los Certámenes y Concursos que se convocan para buscar nuevos escritores y relatos que en la mayoría de las ocasiones ven publicados éstos en una antología que reúne a los premiados y a aquellos relatos que merecen la pena tenerse en cuenta. Ahora bien, cuando el premio se concede a una antología de relatos de un mismo autor y no a solo uno de sus relatos, es que hay material del bueno y un nivel muy alto a lo largo de la misma.
 
Eva Díaz Riobello ha ganado con "Susurros en el tejado", uno de estos premios que se conceden al conjunto de relatos de un mismo autor. Buena razón para leerla y ver qué han visto los jurados para concederle este mérito. La escritora, ya adelanto, que ha conseguido sorprenderme gratamente y es que he encontrado unas historias en las que elementos de la realidad y de la fantasía, con gotitas de terror, se han ido mezclando de buena manera y de un modo harto inquietante. 
 
"Susurros en el tejado" se estructura en cuatro partes (Instantes, Sueños, Fábulas y Susurros) que van uniendo los diferentes relatos que las conforman y que intentan mantener una línea argumental en cada una de ellas y que si uno se fija, a llegar al que cierra cada una de las partes, nos encontraremos con el relato más largo y en el que podemos ver a Eva en todo su esplendor, ya que éstos le permiten desarrollar todas sus artes literarias que en los anteriores ha tenido que condensar.
 
Los relatos empiezan desde “Leo y el Mago”, donde a través de los ojos de la hermana de una novia, veremos su historia hasta llegar a una boda apalabrada, pasando por un inocente, en principio, juego del escondite y llega al apartado “Sueños”, donde como un repentino relámpago, todo lo que se había intuido en el comienzo, te da en la cara cual fogonazo y a través de unos relatos muy cortos nos deja entrever que el recorrido de Eva es bastante más extenso de lo que nos muestra en estos pasajes.
 
Con Fábulas nos acerca su particular punto de vista de varios clásicos infantiles y en Susurros tendríamos una mezcla variada de relatos de toda índole con los que da punto y final a la recopilación pero que más bien, y en mi opinión, son un buen punto y seguido para metas mayores que esta escritora quiera emprender.
 
Me ha dejado muy buenas sensaciones la lectura de estos textos y como pequeños caramelos los he ido desenvolviendo para poder degustar el sabor particular de cada uno de ellos como si de una caja de golosinas se tratase. Nos leeremos en los siguientes, si Eva quiere. 
  
Fernando Martínez Gimeno