Su banana. Saga Objetos de atracción 1

Opinión:

Tal como empieza la novela, ya me pareció que iba a ser un desmadre continuo. Normal, ¿qué se puede esperar cuando, en su primer contacto, la chica de prácticas le come la banana a su jefe? En público y con testigos.

Y no penséis en más guarrada que se trata de nada más que atizarle un buen mordisco a la fruta que estaba por allí, en la sala de descanso, y que estaba destinada a ser degustada, tal como tenía escrito con rotulador permanente, por el tiquismiquis propietario de la empresa.

A partir de ahí, le falta poco para que la trama sea un chiste continuado. Que ni los momentos íntimos se salvan. Si no es ella, es él quien soltará el chascarrillo. Vale que él está algo más comedido, pero es que su papel es un poco idiota y la mayoría de veces le toca verlas venir y reírle la gracia a ella; que, por su parte, es quien acostumbra a soltar ocurrencias, una tras otra, mientras tropieza con lo que sea esté por allí; si no hay nada es igual, algo ocurrirá para que meta la pata.

Ahora bien, hay algo que no he encontrado y ha sido alguna referencia sobre Penelope Bloom. No hay nada. Y tal vez me hubiese pasado inadvertido, si no fuese porque me vino el pensamiento de que el texto, por el tratamiento que daba a los personajes, parecía escrito por un hombre y no por una mujer. De momento me queda la duda.

Vale, aparte ese detalle, lo que sí puedo decir es que la novela es divertida y ocurrente. Claro que ya desde el principio no me la he tomado en serio para nada, porque la historia me ha parecido tan surrealista que no me ha quedado más remedio que aceptarla como un libro para pasar el rato, contemplando como la trama desarrolla un enredo tras otro hasta el final.

Selin