Sky Doll Integral 1-4

Opinión:

Varias virtudes acompañan a esta obra, siendo una de las mayores su espectacular dibujo, al que acompaña una no menos espectacular paleta de colores. Además, el formato en el que Norma lo presenta hace que resalte más, por tamaño y tipo de papel.

Otra de las virtudes que podríamos atribuirle es que, si bien adivinamos una serie de influencias, tanto en guion como en ilustración, la obra consigue un tono propio con el que los no conocedores de esas obras que influyen a los autores podrán disfrutar; es decir, la obra consigue una identidad propia que la hace disfrutable por sí misma, pero que no esconde de dónde viene, con lo que los más conocedores podrán sacarle algo más "de jugo".

Como digo, hay una serie de autores y obras que podemos reconocer en esta; por poner unos cuantos ejemplos, podemos mencionar a autores como Jodorowsky, Moebius, Giménez, Ladrönn, Bilal, Corben, Asimov, Ellison, Philip K. Dick... y obras como Los Metabarones, El Incal, Fundación, Blade Runner (¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas?), etc.

Asimismo, podemos reconocer en el dibujo las propias influencias Disney, dado que los autores trabajaron para dicha compañía, creando algunas series y personajes cuya influencia se vislumbra en este tomo. Pero solo el dibujo de alguno de los protagonistas, siendo el resto, en especial el de los "decorados" por donde transcurre la acción, más cercano a obras de la bande dessinée y a su influencia sobre ciertos artistas y creaciones norteamericanos (hablamos de las mencionadas más arriba, y otras como las revistas Metal Hurlant, Heavy Metal, etc.). Y como digo, con todas esas influencias, o tal vez a pesar de ellas, "Sky Doll" consigue un tono propio que hace que disfrutemos de ella como tal, sin tener necesidad de conocer cada influencia, cada homenaje. Más "divertido" si los reconocemos, pero no necesario ni imprescindible.

Y en lo que más disfrutaremos, en mi opinión, es en las ilustraciones, habiendo algunas de altísima calidad, que puedes quedarte mirando algunos minutos al margen de la historia que estén contando. Todo ello acompañado por una muy buena paleta de colores, que se va adecuando al momento, a la situación, al paisaje donde está situada dicha ilustración.

Tal vez para alejarse casi radicalmente de esa imagen de Disney que pueden trasmitir alguna de las ilustraciones, en especial alguno de los personajes, los autores impregnan la obra, entre otras cosas, de sexo que, aunque no llegue a ser explícito, sí que da muestra de a qué rango de edad va dirigida la obra (o más bien, a partir de qué rango). Las otras cosas que nos va mostrando la obra son críticas a la religión (en realidad, a las religiones, no se señala una en específico), al marketing desaforado-/sociedad de consumo, a los programas tipo reality-show, a las neo-ciencias que devienen en movimientos religiosos, etc.

Y, con todo ello, más todo lo comentado anteriormente, se consigue un muy buen cómic/novela gráfica de ciencia ficción, podríamos decir que distópica, con un gran interés en la propia historia, como no podría ser menos, acompañado por un bello dibujo, unas preciosas ilustraciones; quiero incidir aquí que los créditos de la obra nos muestran a los autores como coguionistas (además de creadores de la obra), y uno responsable del dibujo y otro del color, así que podemos considerar esta obra como un todo, un conjunto en el que todo ha encajado desde su misma concepción.

En el argumento habéis podido leer la sinopsis de la obra, de los cuatro tomos que conforman este integral. Pero quiero comentar un par de cosas más; hay un par de tomos, independientes de la obra principal, creados por otros artistas, que inciden en ciertos aspectos, en determinados momentos, de este mundo creado por Barbucci y Canepa. La otra cosa a comentar es que la obra que tenemos entre manos acaba con una especie de "cliffhanger", un final en suspenso que hace que pueda (debe) continuar. Pero eso hace que nos quede la sensación de inconclusa, de que aún nos falta algo y de que sí, en el momento de publicarse se hizo con lo que había en ese momento, la supuesta obra entera... pero que los autores nos deben algo más, de que nos hemos leído todo este tomo (con el que hemos disfrutado), pero que no hemos llegado al final de la obra. Hay cosas que sí finalizan, subtramas que se finiquitan, pero casi podríamos decir que la principal, lo troncal aún tiene más, bastante, que decir.

Y con ello creo que ya está todo dicho.

Ah, no perdón, que se me pasaba una cosa; la sobrecubierta del tomo, su interior, es un desplegable con el que se conforma una preciosa ilustración digna de enmarcar y colgar en las paredes de algún rincón de la casa.

J. Javier Arnau