riofrío. la justicia del señor juez

Opinión:

La lectura de esta obra me produce dos sensaciones completamente distintas aunque muy parecidas en su concepción si partimos de que lo contado es todo absolutamente cierto, lo cual podría ser objeto de debate al ser lógicamente escrito de parte pues el autor fue el abogado de uno de los implicados en el caso.

Por una parte me produce una profunda indignación por cuanto lo más esencial de una Democracia es la independencia de los jueces que permite controlar los desmanes del Gobierno o de cualquiera que ose no respetar la legalidad. Si el máximo garante del cumplimiento de la Ley, realiza acciones fuera de la misma, ¿quien podrá garantizarnos nuestros derechos?

Por otra parte me produce un profundo temor por cuanto si todo sucede como se relata, cualquiera de nosotros está expuesto a los caprichos e intereses que un Magistrado puede tener, no solo porque este así lo realice – que siempre es posible –, sino principalmente porque el sistema se lo permita y no lo detenga.

La obra en sí misma está muy bien escrita pues se lee fácilmente, destacando que aun siendo un tema ciertamente árido y complicado de analizar y plantear, en manos del autor se desgrana con habilidad, lo que debemos agradecerle.

Un acierto el que Santiago Muñoz no mencione en ninguna ocasión al Juez autor de los desvaríos judiciales, lo que no impide evidentemente que se reconozca perfectamente la identidad del mismo, no solo por los incumplimientos de la legalidad que según se dice (no solo en este libro) le son tan comunes, como al hecho mismo que el autor realice guiños como por ejemplo cuando menciona el gusto por la caza y la ostentación del Magistrado.

Especialmente interesante por cuanto sirve de enseñanza es cuando el autor manifiesta que no por haber realizado dicho Magistrado diferentes labores dignas de admiración y reconocimiento, eso le permita incumplir la legalidad y situarse por encima del bien y del mal. Así mismo con sus explicaciones permite aclarar malentendidos como los que tratan de enmarañar los procesos que contra el citado Juez se han abierto, por fin, tratando de ver una supuesta persecución al Juez.

Cuando menciono lo relativo a no respetar derechos, en este y otros procedimientos lógicamente estamos hablando de que lo que determinadas personas manifiestan y que en su momento será juzgado ante los Tribunales, sin que yo por ello entienda que está probado.

Tengo así mismo que destacar la calidad de la edición en tapa dura con una preciosa portada donde aparece un Juez con las manos entrelazadas del que no se permite ver la cara, y tan solo las puñetas con las manos. Así mismo me gustó conocer que la cafetería Riofrío es una de las de mayor tránsito judicial en la capital de España y de obligada visita en mi próxima visita a Madrid.

Recomendable a los amantes de la democracia, el derecho o simplemente para conocer qué se cuece en las alturas.
 
Raúl Borondo García