Los Gamers Piratas 4: Desafío final

Opinión:

Pegaso y Delta están de vuelta en una nueva aventura de Los Gamers Piratas. En esta ocasión, hay un crossover con los personajes de Los Once, una práctica que el autor ya ha realizado con anterioridad en las series de Los Once o Las Princesas Rebeldes. Esta vez, por suerte para los fans, la participación de los personajes no habituales en la serie será mucho mayor, conque la emoción, la acción y las aventuras aumentarán.

El autor no nos ofrece nada que ya no conozcamos. La historia da el pistoletazo de salida a tres cuartos del final, aparece una personaje nueva, Katerina (y su familia), y aparece un enemigo nuevo, Baba Yagá, un robot que busca robotizar el mundo. Hay mucho movimiento, hay mucha acción y hay algo de humor. Pese a la sensación de que "se va acabar el mundo", la historia tiene un toque light de Apocalipsis que lo convierte todo en un mero pasatiempo. No hay moraleja, no hay un gran aprendizaje. Nos dicen que "cualquier cosa es posible" pero, al fin y al cabo, los personajes poseen unos superpoderes que desarrollaron al cumplir once años. Lo único nuevo, quizás, es conocer el superpoder de Rómulo, el hermano gemelo de Pegaso.

Estaría bien si se explorase más el tema de la concienciación. Los Gamers Piratas se dedican a jugar a los videojuegos y todo el mundo está contento con ello. Hay un robot que quiere acabar con la raza humana y no aparece un arrepentimiento de nadie al respecto. La historia básicamente trabaja en torno a la competición (el escenario estrella del autor en todas sus historias infantiles tanto en "Superhéroes" o "Los Futbolísimos"), a la acción y a la amistad (con un pequeño guiño al amor). 

Roberto Santiago ha estado acompañado de Eduardo de los Santos en la escritura del libro, algo que viene siendo habitual. Ambos construyen una trama que enganchará: dinámica, continua, intrigante. Los lectores querrán leerla de principio a fin y seguramente casi de un tirón, sin apenas tiempo para respirar.

Uno de sus grandes elementos son las ilustraciones, que sin duda alguna ayudan, y mucho, a crear una trama interesante. Pedro Simón, como en los anteriores 3 volúmenes, es el encargado de traernos unas ilustraciones muy chulas, que por lo general son grandes y muy coloridas. Al igual que comentábamos antes sobre el toque light en el tema del "apocalipsis", los dibujos inspiran más buen rollo que terror, en un intento de atraer a todo tipo de lectores.

Roberto Santiago (Madrid, 1968) estudió Imagen y Sonido y también estudió Creación Literaria. Ha sido guionista, director de cine, director de teatro, escritor o redactor para agencias publicitarias. Su primera novela, El ladrón de mentiras, ya llamó la atención, pues fue finalista del Premio El Barco de Vapor. Y, desde entonces, ha publicado muchas obras infantiles y juveniles, entre las que destaca la serie Los futbolísimos, que hasta la fecha consta de 22 episodios, 1 cómic y cuya versión cinematográfica salió en 2018, siendo todo un éxito de taquilla.

Cristià Serrano