Huyendo del vicio

Opinión:

"Huyendo del vicio" es una comedia romántica muy loca y sin pretensiones que consigue su objetivo: sacarte una sonrisa. No hay que esperar mucho de la trama, repleta de clichés, pero sí del desarrollo de los protagonistas y del resto de personajes, que no podrían ser más rocambolescos.

De entrada, tenemos a María, una chica muy basta y sin pelos en la lengua que parece que solo piensa en el sexo. Su compañero de trabajo es Leonardo (el personaje más normal de todos), que está confuso por la situación con su novia, que se ha quedado en la ciudad. El chico está muy bueno y María, que justo fue al pueblo a huir del vicio, siente la tentación desde el primer momento. Además, entre los dos hay siempre diálogos muy chispeantes y se producen situaciones con mucha carga sexual, a pesar de lo cual no abunda el sexo explícito.

Los secundarios también son totales y están como cabras: tenemos una joven muy beata, el gañán del jefe, la novia influencer de este, su exmujer (sin pelos en la lengua ni vergüenza) que cree que hay aliens en el pueblo... Todo esto hace que una trama muy típica se convierta en algo lleno de caos y sorpresas, porque nunca sabes por dónde puede salir cada uno por separado, y mucho menos cuando se combinan entre ellos. Por eso, hay diálogos muy locos, escenas tan extrañas como divertidas y nunca sabes lo que te vas a encontrar en las próximas páginas.

Los capítulos son cortos y van alternando los puntos de vista en primera persona de los protagonistas, de modo que conocemos mejor lo que se les pasa por la cabeza, sin que se pongan a filosofar. Esto es porque el estilo de Jon Azkueta es muy fresco, con predominio de los diálogos rápidos, llenos de juegos de palabras y rimas picantes. A pesar de ello, sí que se aprecia una evolución y profundidad en los protagonistas.

En definitiva, es un libro pensado para hacer pasar al lector un buen rato y, al menos en mi caso, lo ha conseguido. La trama es lo de menos cuando hay tantas locuras y caos en la narración, y la combinación de personajes es tan explosiva que no he podido sino disfrutarlo.

Déborah F. Muñoz