Nos separan dos continentes

Opinión:

Lo primero que tengo que decir del libro es que me parece un precioso homenaje a todos los trabajadores que lucharon y siguen luchando contra la Covid-19, especialmente al personal sanitario, y para todas las personas que han sufrido su cara más amarga, sea de la forma que sea.

M. Amparo Olivares Estruch es una escritora valenciana, concretamente de Alzira, donde reside actualmente. Ha publicado varios libros, novelas y cuentos, como "Santos Bernardo, María y Gracia" (1999), "Alzira y sus pintores" (2000) , "Al caer las hojas" (2001), "Puente sobre el tiempo" (2010) o "Gabi en la isla de los dinosaurios" (2016), entre otros.

"Nos separan dos continentes" es su última novela, y viene de la mano de Nou Editorial. En ella Olivares refleja en todo momento la pasión que siente por su tierra, Valencia, dando mucha información de sus costumbres y tradiciones, así como de su amplia gastronomía.

Su personaje principal es Carla Puig, una joven estudiante de periodismo, pero que no se encuentra a gusto estudiando esa carrera, a ella le gusta la literatura. Adrián, su novio, es quien le influye para que estudie algo que no le gusta, y, a medida que transcurre la trama, descubriremos si realmente alguna vez estuvo enamorada de él.

Carla conoce a Jia Li, una joven china que estudia Bellas Artes en la capital del Turia, y convence a Carla para que viaje con ella a China, concretamente a Wuhan, donde reside el doctor Huang Xing, padre de ella. Cuando Carla llega allí se le abre un mundo entero de posibilidades; empieza a aprender rápidamente el idioma, estudia literatura en la universidad y conoce a Chang, su profesor, enamorándose de él sin remedio.

Pero esto es tan sólo el principio. Un día, el doctor Huang Xing llega a casa y les cuenta la terrible sospecha de que un nuevo virus ha llegado. En un principio se cree que puede ser una gripe que se ha adelantado, pero la sombra del anterior, el SARS del 2003, aún sigue vivo en el recuerdo de mucha gente. Lo que aún no saben es que este será muchísimo peor que el anterior, y que su virulencia llegará hasta límites insospechados a nivel mundial. Además, su historia de amor con Chang será muy complicada debido a las circunstancias y tendremos que esperar hasta el final para ver cómo acaba su historia.

El libro está muy bien escrito, con un lenguaje claro y preciso, y con un dinamismo muy de agradecer, conseguido gracias a sus diálogos. Tiene buen ritmo desde el principio, con algún giro inesperado gracias a una serie de secretos familiares que iremos descubriendo a lo largo de su amena lectura.

Los datos que da son reales, como por ejemplo, nombra a Li Wenliang, un oftalmólogo chino del hospital de Wuhan que se dio cuenta de que varios de sus pacientes sometidos a diferentes intervenciones estaban enfermando con síndromes respiratorios agudos graves.

"Nos separan dos continentes" nos hará revivir los duros momentos que tantas personas y familias vivieron, auténticos dramas con heridas que no se han cerrado y tardarán años en cicatrizar.

Leerlo nos hace plantearnos si realmente aprendimos algo con esta pandemia, si seguimos teniendo cuidado en nuestra manera de relacionarnos o, sin embargo, preferimos olvidar y hacer como que nada ha pasado. M. Amparo Olivares describe a la perfección aquellos duros momentos de confinamiento, donde todos esperábamos el parte diario que nuestros científicos y políticos en el que nos informaban de todos los ingresos y fallecimientos de personas el día anterior. Nos traslada a la época de olas, confinamientos, multas, horarios, mascarillas quirúrgicas, respiradores, máscaras de Snorkel, equipos de protección individual, test, resistiré y aplausos en los balcones. Pero también de amistad, solidaridad, compañerismo y empatía hacia los que lo estaban pasando mal.

Es un libro para reflexionar, para no olvidarnos de lo que pasó y de todo lo que perdimos, nos enseña que ya nada podrá ser igual que antes, la guerra química es un hecho, las grandes potencias mundiales conspiran y luchan entre ellas para conseguir ser la primera, mientras tanto, tan sólo nos queda confiar en que los políticos hagan bien su trabajo e inviertan más en ciencia, investigación, equipación médica y en todo lo que haga falta para que, cuando seamos atacados por algo similar, estemos preparados.

Judith L.