La viajera nocturna

Opinión:

Gracias a Armando Lucas Correa conocemos cada vez mejor la relación entre Cuba y la Alemania de la Segunda Guerra Mundial; cómo la isla se convirtió en un refugio para muchos alemanes que huían del nazismo.

A mí este autor me gusta mucho. Consiguió conquistarme con su novela "La niña alemana", una delicia de historia con una atmósfera que se repite en esta última: "La viajera nocturna"; ambas han sido publicadas por la editorial B y son muy recomendables.

En su última novela, como he comentado, la Alemania nazi y Cuba son el escenario para desarrollar la trama. De nuevo, vemos la lucha de sus protagonistas por sobrevivir. La forma en la que el autor narra todos los hechos es perfecta. Es un autor con una gran facilidad para redactar, para construir una historia que no se olvida fácilmente. Historia en la que los personajes cobran un gran peso.

Aquí destacan dos: Ally y su hija Lilith. La primera es toda una madre coraje que va a hacer todo lo que pueda para salvar a su hija. Esta es mestiza y, en la piel de Lilith, podemos comprobar que no solo los judíos estaban perseguidos en Alemania, también la gente de color y de otras razas. Pese a ser una niña de 8 años, Lilith no está fuera de peligro. Solo está segura caminando por la noche. La oscuridad se convierte en su gran alidada en Alemania.

A lo largo de la novela, dividida en actos como si fuese una gran obra teatral, vamos a ir conociendo sus historias. Una transcurre principalmente en Alemania, la otra en Cuba. Son muchas cosas las que destacan en la novela. Personalmente, me ha gustado el desarrollo de los personajes. A Lilith la vemos evolucionar, crecer, pasar de ser una niña a una adulta. También me gusta cómo consigue que el lector se meta dentro de la historia. Desarrolla y traslada perfectamente el ambiente que se reinaba en ese momento. La situación no era fácil, pero no es una novela bélica, sino humana.

"La viajera nocturna" es muy amena a la hora de leer. Hay un perfecto equilibrio entre la parte puramente descriptiva y la dialogada. En ningún momento hay una ruptura en el ritmo de la lectura. Hay momentos dramáticos y otros más alegres que rompen el tono de la tragedia.

Armando Lucas Correa no defrauda. De nuevo, nos presenta una novela que trasciende el papel. Es perfecta para generar debates o para tomar como lectura en una clase de Historia. Una novela que recomiendo muchísimo.

Ysabel M.