Emovere. El juego de las emociones

Opinión:

Rafa Guerrero, experto en emociones y neuroeducación, es director de Darwin Psicólogos, profesor universitario, conferenciante nacional e internacional y formador de educadores y padres. Ha escrito más de diez libros divulgativos centrados en temas como el TDAH, trastorno del que es experto, vínculos emocionales y el apego.

"Emovere", su última aportación al mundo educativo basado en la neurociencia, está compuesto por un juego de cartas que permitirá trabajar la inteligencia emocional de un modo lúdico y motivador.

Junto a las 52 cartas que componen la baraja se incluye un pequeño dossier en donde el autor no solo muestra las instrucciones de juego, sino que pone de manifiesto el interés educativo del juego, nociones básicas sobre las emociones y sus características y una breve exposición de aquéllas más básicas.

Así mismo, presenta una serie de estrategias y un decálogo que facilita a los adultos el acompañamiento emocional de los niños aportando las direcciones oportunas que les ayudará a regularse.

Se trata de un juego que permite iniciar a los niños en el desarrollo de la inteligencia emocional a través del reconocimiento de emociones.

Además de potenciar funciones ejecutivas como la concentración, el control de la impulsividad, la toma de decisiones, la consciencia y la velocidad del pensamiento, entre otros.

A lo largo del dossier Rafa detalla de un modo interesante cada emoción, exponiendo qué son, cómo se manifiestan, los cambios existentes en su experimentación tanto social como física y neurológico, así como diferentes formas de trabajarlas. También, ofrece información científica en relación a las primeras experiencias emocionales.

Existen diferentes formas de jugar, quedando reflejadas sus reglas teniendo en cuenta el número de participantes y la modalidad.

Las cartas presentan dos diseños. 40 de ellas se dividen en seis espacios en los que habitan, en cada uno de ellos, una emoción diferente. Estas cartas son muy coloridas y permiten el juego en gran grupo. Las otras 12 se centran de forma exclusiva en cada emoción, respectivamente, contando con un diseño más sencillo en donde la atención va directa a la emoción, la cual no solo aparece en la expresión de la misma, sino que además se añade el nombre. Estas cartas son fundamentales para presentar y descubrir las emociones.

A grandes rasgos, ambos estilos son sencillos, motivadores, alegres y muy visuales.

Sin duda alguna, "Emovere" es un recurso eficaz y divertido para enseñar a identificar las principales emociones en la etapa educativa.

Un recurso que gusta mucho en las aulas y que resulta motivador para los primeros niveles.

Marisa Costa