Anika entre libros

Diarios. A ratos perdidos 1 y 2

Ficha realizada por: Darío Luque
Diarios. A ratos perdidos 1 y 2

Título: Diarios. A ratos perdidos 1 y 2
Título Original: (Diarios, 2021)
Autor: Rafael Chirbes
Editorial: Anagrama
Colección: Narrativas Hispánicas


Copyright:

© 2021, Herederos de Rafael Chirbes
© 2021, Marta Sanz (de "Ser valiente y tener miedo")
© 2021, Fernando Valls (de "Vida, opiniones y escritura de Rafael Chirbes")

Edición: 1ª Edición: Octubre 2021
ISBN: 9788433999313
Tapa: Blanda
Etiquetas: drogas alcohol anécdotas autobiográfica biografía marxismo crítica literaria diario dolor mundo editorial literatura española memorias crónica homosexualidad LGTB cinismo
Nº de páginas: 465

Argumento:

Seis años después de la muerte de Rafael Chirbes, ven la luz estos diarios -de gran inspiración literaria- que él corrigió y revisó en repetidas ocasiones, preparándolos para su futura publicación. El abanico temporal que abarcan estas anotaciones recorre desde un temprano 1985, antes de que el escritor fuera reconocido públicamente como escritor (su primera novela, "Mimoun", sería publicada en 1988), hasta 2005, a las puertas de su consagración pública con "Crematorio". En las páginas de estos "Diarios. A ratos perdidos 1 y 2", se nos muestra la forma más humana y sincera de Rafael Chirbes: la del escritor que sufre y que se fustiga por sus propias limitaciones creativas, la del hombre que ama y se siente seducido por lo prohibido, la del lector sagaz que todo lo critica, la del sofisticado periodista gastronómico, la del novelista desesperanzado que lucha contracorriente para erigirse como el artista que siempre ha sido.

Acompañado de dos prólogos (uno más sentimental, firmado por Marta Sanz, y otro de tono académico, a cargo de Fernando Valls), este primer volumen de diarios ha aterrizado con fuerza en el sector literario, decidido a convertir a Rafael Chirbes en un clásico inesperado del género diarístico.

 

Opinión:

 

Poco antes de morir, en agosto de 2015, Rafael Chirbes dejó a su albacea literario el encargo de leer y valorar la publicación de seis archivos que escondían las miles de páginas, de tono confesional, que había escrito en secreto desde hacía treinta años. Este volumen de "Diarios. A ratos perdidos 1 y 2" recoge precisamente los dos primeros archivos de ese legado, mientras que el resto quedan a la espera de ser publicados próximamente, en nuevas entregas de esta crónica autobiográfica que con tanta fuerza ha sacudido al mundo literario y editorial en este último tercio de año. Y no es de extrañar, pues quien se adentra en la prosa diarística de Chirbes descubre un acervo emocional y cultural tan potente y seductor que luego no hay forma de regresar a otras lecturas o incluso a la vida real: uno quiere quedarse a vivir en la prosa de Rafael Chirbes, pese a la bilis que desprende cada una de sus palabras.

Hay una apreciación, en el prólogo de Fernando Valls a estos diarios, que me parece importante remarcar: aunque estos textos podrían definirse como un 'diario íntimo o sentimental', también hay en ellos un importante componente crítico, escrito desde la mirada de quien lee como forma de supervivencia, de quien ve el arte como una forma de respiración asistida. Por ello, durante la lectura de los "Diarios. A ratos perdidos 1 y 2", llama la atención la alternancia de dos tonos complementarios: en primer lugar, un tono íntimo, confesional y desgarrador, que se asienta ya en las primeras páginas y que, con el paso de los años y la exposición pública del escritor, va perdiendo terreno en favor de otro tono. Este segundo tono, más propio del ensayista, parece haberse consolidado mediante el pensamiento silencioso, mediante la meditada reflexión de lecturas, acontecimientos y vivencias que han ido curtiendo a un hombre profundamente introspectivo y poco dado a la polémica y a la expresión pública de su parecer. El resultado es una obra bicéfala: en la primera parte de este volumen predomina ese tono confesional que lo emparenta con los diarios de Jaime Gil de Biedma, mientras que en la segunda gana protagonismo el estilo ensayístico, convirtiendo los diarios en un surtidero de opiniones, en el laboratorio de un crítico literario y cultural que pocas veces se atrevió a opinar en público con tanta ferocidad como lo hacía en privado.

Para que los lectores se hagan una idea: las primeras páginas del diario, fechadas en 1985, se inician con una escena abyecta, concretamente con el sufrimiento del propio escritor por una fisura anal. Sus reflexiones corporales en torno al dolor se alternan desde muy pronto con otras anécdotas y escenas de la vida cotidiana: sobre su trabajo como periodista gastronómica en la revista "Sobremesa"; sobre su tortuosa relación con François, un muchacho francés; sobre una vivencia atormentada y culpable del sexo y las drogas; sobre un alcoholismo cada vez más intenso, y sobre unos problemas de salud (sordera, mareos, insomnio) que terminarían por condicionar sus días y sus noches. Tras la publicación de "Mimoun" (1988), siempre gracias a la intercesión de Carmen Martín Gaite, Rafael Chirbes inicia una nueva etapa como novelista con obra publicada, y ello repercute también en sus escritos diarísticos: la confesión cede su terreno al ensayismo, a la reflexión fría y meditada sobre lo leído y lo visto. La segunda mitad de estos diarios, por lo tanto, está repleta de comentarios y anotaciones en torno a las obras de distintos autores que terminan configurando un canon personal: Melville, Dostoievski, Montaigne, Chateaubriand, Zweig, Balzac, Mann, Benjamin, Brecht, etc.

Al mismo tiempo, creo que son de gran valor los numerosos comentarios que Rafael Chirbes intercala a lo largo de las páginas, con lecturas algo más anecdóticas pero mucho más cercanas a nosotros. No pasan desapercibidas, por ejemplo, las críticas recurrentes a las novelas de Belén Gopegui o a las Eduardo Mendoza, que nunca son tan buenas como el escritor deduce de la crítica. De hecho, también críticos y editores son víctimas de la bilis intelectual con la que Chirbes impregna sus frases: lo sufren Constantino Bértolo, Ignacio Echevarría y Jordi Gracia, entre otros. De forma similar, pero con una violencia mucho más patente, la caricaturización que Rafael Chirbes hace de la prosa de Arturo Pérez-Reverte constituye sin duda uno de los pasajes más memorables de estos excursos crítico-ensayísticos.

Que los diarios de Rafael Chirbes son el libro del año no es una opinión, sino un hecho irrefutable. La publicación de estos "Diarios. A ratos perdidos 1 y 2" nos permite conocer una faceta mucho más íntima y secreta del que ha sido uno de los novelistas más importantes de su generación, autor de magníficas obras que exploran desde una perspectiva sociocrítica la historia más reciente de España.

 

Darío Luque

 

 

 

Frases de esta opinión pueden utilizarse libremente en otros medios para promoción del libro, siempre que no se varíe y se mencionen al autor de la misma y al medio anikaentrelibros.com

¿Te ha gustado? Compártelo:

Comentario de los lectores:

Publicidad
Anika entre libros
Actividad subvencionada por el Ministerio de Cultura
Ministerio de cultura

Esta web utiliza cookies para obtener datos estadísticos de la navegación de sus usuarios. Si continúas navegando consideramos que aceptas su uso. Más información X Cerrar