rebelión

Opinión:

Tercera entrega de Los Poderes Oscuros, en la que nuestros protagonistas continúan huyendo del Grupo Edison, dispuesto a capturarles. Los adolescentes son cada vez más conscientes de que su existencia es un inconveniente, y de que los consideran bombas de relojería capaces de explotar en cualquier momento. Y es que, al haberlos manipulado genéticamente, les han otorgado poderes descontrolados, que todos ellos tratan de encauzar lo mejor que pueden.
 
Ese miedo que despiertan en quienes les rodean está patente a lo largo de toda la trama, y resulta hasta comprensible. Son unos desconocidos para aquellos que deben cuidar de ellos, que desconocen hasta qué punto puede llegar cada uno. El problema es que tampoco se preocupan por descubrirlo ni comprenderlo, y ese se va a convertir en el mayor obstáculo para unos jóvenes ansiosos porque les den una oportunidad.
 
Romance, miedo y mucha tensión son las notas dominantes en este libro. La autora continúa explorando a sus personajes y ofreciéndonos más facetas sobre cada uno de ellos. Es especialmente cautivador el caso de Derek, el licántropo, la especie peor vista por amigos y enemigos. Sus transformaciones, especialmente dolorosas, resultan fascinantes.
 
Narrada con un ritmo excelente, esta entrega supera a la segunda en cuanto a personajes, situaciones y trama, y su lectura es tan absorbente como siempre. 
   
Pilar Alonso Márquez