Por hacer a tu muerte compañía

Opinión:

He de admitir que he reflexionado mucho sobre esta novela, generosa en extensión y minuciosidad en su torrente de contextos, situaciones y ambientes, porque propone una duda permanente entre su valor narrativo como ficción y su carácter de memoria histórica, dado el rigor y valor de las pistas que proporciona sobre aquellos años del pasado que protagonizan su relato, esa Cataluña agitada por el activismo polìticos en los años 20 y 30 del pasado siglo.

Con evidente dominio de la definición de los personajes y la estructura, con destreza descriptiva, con una eficaz construcción literaria de ambientes, dominando el ritmo de los diálogos, manteniendo el ritmo hasta el final de la obra, su propuesta narrativa permite al lector envolverse en este ejercicio de memoria introspectiva, donde la indagación permite un reencuentro con ese pasado que nunca deberíamos olvidar.

Albert Villanueva es un buen escritor, dotado de recursos para escribir libros interesantes, demostrándose prudente, sin excesos gratuitos ni impostadas artificiosidades, sin vanos atajos, que ofrece literatura de calidad, y sobre todo un futuro prometedor en próximos libros que espero con interés, más lejos de ese universo tan personal que parece deducirse de este libro, para dar su auténtica dimensión como escritor de ficción.

Una de las tentaciones habituales de muchos escritores en sus primeras obras es la tentación de explicar todo en detalle, contar muchas cosas, de ser minuciosos en extremo, con una excesiva pedagogía que peca de la temeridad de considerar al lector con escasa capacidad para imaginar. Algo de esto ocurre en este libro, que incluso llega a proponer como forzado epílogo una banda sonora de la obra, como un ambiente postizo, adicional, complementario, aunque sea de agradecer su buen gusto en la selección de piezas escogidas.

Villanueva escribirá muy buenos libros cuando se libere de esa necesidad, concediendo al lector la libertad para imaginar, evadirse, imaginar, interpretar libremente, sin tener que ser llevado de la mano para que el autor se sienta comprendido en su intención comunicativa; combinando esa economía narrativa con un esfuerzo literario más audaz, que sorprenda al lector, rompiendo el corsé de la narración convencional en beneficio de una obra distinta, original, nueva.

Reconociendo la calidad promisoria de este autor, es de esperar una literatura suya más valiente, que asuma riesgos, que proponga una creación que se aleje más de la corrección comercial, esa dependiente de ramplones crónicas de sucesos ambientados en las diversas introspecciones de los personajes.

Creo humildemente que Villanueva puede lograr esa meta, porque esta novela ofrece señales evidentes de su capacidad literaria. Una obra recomendable para los que gusten de buenas ficciones sobre tiempos pasados de nuestra historia, aquellos agitados por unas turbulencias políticas cuyos ecos alcanzan estos días.

Jorge Riet