piel de fantasma

Opinión:

Rafael Marín tiene ya un amplio bagaje dentro de mundo literario con novelas como Mundo de Dioses (1998), Juglar (2006) o Elemental, Querido Chaplin (2005) entre otros títulos o los relatos que en "Piel de Fantasma" se han recopilado y que se han ido publicando a lo largo de los años en revistas, Webs y demás. Ha ganado con ellos premios como el Ignotus en varias ocasiones, el UPC y ha llegado a ser finalista del premio Minotauro.
 
A pesar de todo este curriculum, debo confesar que solo he leído Mundo de Dioses, con lo que se puede decir que acudo con la mente en blanco ante sus escritos. ¿Y qué es lo que me he encontrado? Una serie de relatos con una prosa exquisita, muy elaborada, quizá para mi gusto de lectura sea un poco densa en algunos momentos, pero se notan las tablas de Rafael a la hora de llevarnos por las diferentes historias que componen la recopilación.
 
Antes de empezar a comentar los relatos, hago un merecida apunte a la portada, que puede darnos una idea de qué nos vamos a encontrar en su interior, pero a buen seguro es una de las más logradas de lo que llevamos de año. Inquietante y maravillosa a la vez.
 
Tras una pequeña presentación del editor Luis G. Prado de la figura de Rafael Marín como escritor y mostrando una breve cronología y detalles de su carrera, nos adentramos en las procelosas aguas que inicia el primer relato de título “Bibliópolis”. En este relato, se nos va a ir contando como los sueños que tiene un escritor y que empiezan por visitar una ciudad, se convierten en algo más que en realidad cuando entra en una biblioteca que encuentran en su deambular onírico. Es el relato que destaco de la antología, por su trama y sobre todo porque tratando de un escritor, lo que ocurre bien podría ser algo vivido por Rafael y se nota en la cercanía y sentimiento que transmite el personaje cuando cada noche visita la biblioteca.
 
Sigue con “Ragnarok en las Playas de Ítaca”, donde de nuevo se nota la buena mano a la hora de trasladarnos lo que quiere contar y traslada a la actualidad unos personajes del Olimpo griego. Este es otro de los relatos que destaco por lo mismo que el anterior, lo que ocurre que en este caso se nota la incertidumbre de los personajes ante lo que les espera, el temor hacia aquel que va en su busca y como lector, lo he notado en sus palabras.
 
En “Una Canica en la Palmera”, el escritor se deleita en recorrer en algunas de las escenas su ciudad, Cádiz, y se nota en cómo nos lo va trasladando a nuestra lectura. Un relato que bien podría ser el referente para la portada que he comentado anteriormente, como también podría ser válida para el siguiente, “La Piel que te Hice en el Aire” y en el que un viejo estudiante vuelve a su antiguo colegio pero convertido en maestro. Así, irá recordando cómo ha sido su camino tanto cuando estaba en el colegio hasta su llegada en este nuevo empleo.
 
“La Sed de las Panteras”, “Son de Piedra” y “Llena Eres de Gracia” junto a los relatos de más corta extensión “Volver a Sitges”, “A Veces Corren”, “Sombras de Candilejas” y “That´s All Right, Mama” componen este mosaico de fantasía y de terror. Dejo para el final un relato único y extraño. Extraño por cómo esta escrito, mezcla de hablar de la calle, pero a la vez nos pone los pies en la tierra y nos trae un personaje de los típicos de cualquier ciudad, pero de nuevo con el gracejo de lo gaditano.
 
Una recopilación de relatos que hay que leer con calma, degustando todas sus palabras y dejándose envolver por los ambientes que en cada uno de ellos nos acerca Rafael. Y en más de una ocasión nos veremos trasladados a ellos, sobre todo cuando se trata de Cádiz. 
  
Fernando Martínez Gimeno