Pablo Alborán. Mil secretos que contarte

Opinión:

En sólo dos años y con tres álbumes publicados, ha conseguido lo que otros conocidísimos rostros del mundo de la música ha tenido que conseguir en mucho más tiempo. A algunos, hoy verdaderas estrellas, les costó varios años.

En esta obra no ha tenido nada que ver el propio cantante, ni de forma oficial ni de ninguna otra forma. Ni él, ni su editor, ni su familia… pero creo que Pablo Alborán puede darle las gracias a Jordi Bianciotto por el trato elegante y riguroso que ofrece al lector acerca del cantante: no se mete en su vida privada ni busca el morbo, rescata lo poco que Alborán ha querido decir y aclara un entuerto. Por lo demás, cuando aparece su familia es para hablar de lo unido que se siente el autor a ella. De hecho se habla bastante de esta unión, tan positiva que posiblemente sea por eso por lo que Pablo sea un tipo con los pies en la tierra y la cabeza amueblada. La suya es una de esas familias que apoyan al vástago y hermano, algo que no todas hacen, todo sea dicho.

Durante el recorrido del libro conocemos a Alborán de una forma muy profesional. De hecho yo no sabía ni qué cantaba este chico que estaba en boca de todos, pero mi hija de once años sí, y le encanta, así que decidí iniciarme en él con este volumen. Lo que he podido comprobar es que no está enfocado a fans preadolescentes, aparenta mucha más seriedad, algo que no llamaría la atención de las fans más pequeñas.

Eso sí, está bien nutrido de fotografías en color, prácticamente todas ellas de conciertos, en poses activas (cantando, por ejemplo) y no posando para la cámara excepto en algunas excepciones.

Jordi Bianciotto valora muchísimo al cantante y a su obra, y a quienes no sabíamos ni quién era nos cuenta que este era uno de esos jóvenes que tenían un canal de youtube donde cantaban para mostrar a la gente de forma gratuita su talento, y al final una se dice que algo bueno, muy bueno, ha salido finalmente de ahí, porque el resto de la biografía es un cumplido tras otro -sin empalago ni adoración- a la carrera del autor.

Anika Lillo