Distintas formas de mirar el agua
Título: Distintas formas de mirar el agua
Título Original: (Distintas formas de mirar el agua, 2015)
Autor: Julio Llamazares
Editorial: Alfaguara
Copyright:
© 2015, Julio Llamazares
© 2015, Alfaguara
Edición: 1ª Edición: Febrero 2015ISBN: 978-84-204-1917-6
Tapa: Blanda
Nº de páginas: 192
Opinión del librero:
Julio Llamazares regresa en su mejor versión con Distintas formas de mirar el agua, una novela coral que a través de dieciséis personajes, entre las que se cuenta la viuda del protagonista hasta su nieto más pequeño, van plasmando su visión de una misma realidad: la muerte de su abuelo, Domingo, un campesino honrado y sencillo al que todos admiraban y querían, que los ha convocado a todos en el pantano donde han esparcido sus cenizas. El pantano que obligó a desalojar, cincuenta años atrás, a la familia de la localidad leonesa de Ferreras. Todos vienen...
(Seguir leyendo la recomendación en TROA.es)Argumento:
¿Puedes regresar a un lugar del que nunca te marchaste? Una novela sobre el destierro, la memoria y la nostalgia de lo perdido
«"La gente no sabe muchas veces lo que debajo del agua se oculta ni la historia que se borró para siempre con la demolición del último de los pueblos que aquí existieron. De ahí que algunos exclamen mientras lo contemplan: "¡Qué bonito!"... Y qué triste, añado yo.»
En medio de un paisaje hermoso y desolador, la muerte del abuelo reúne a todos los miembros de una familia. Junto al pantano que anegó su hogar hace casi medio siglo y donde reposarán para siempre las cenizas de Domingo, cada uno reflexiona en silencio sobre su relación con él y con los demás, y sobre cómo el destierro marcó la existencia de todos ellos.
Desde la abuela a la nieta más pequeña, desde el recuerdo de la aldea que los mayores se vieron obligados a abandonar a las historias y pensamientos de los más jóvenes, esta novela es el relato coral de unas vidas sin vuelta atrás, un caleidoscopio narrativo y teatral al que la superficie del pantano sirve de espejo.
No existe una única forma de mirar el agua, pero el sentimiento de desarraigo, de exilio definitivo, ha permeado gota a gota a esta familia, generación tras generación. Tal vez porque ningún lugar duele tanto como aquel al que jamás podrás volver si no es desde el recuerdo o una vez muerto. Pero lo importante es regresar, como Ulises a Ítaca. No importa cómo ni de qué forma.
