no confíes en nadie

Opinión:

Primera y sorprendente novela de S. J. Watson, cuyos derechos ya han sido adquiridos por la productora de Ridley Scott.
 
La protagonista, Christine Lucas, se despierta cada día sin saber quién es ni dónde está, pensando que aún es una mujer joven, para descubrir frente al espejo que está ya próxima a los cincuenta, que el desconocido que duerme junto a ella es en realidad su marido, y que cada día debe explicarle la historia de su vida.
 
La situación resulta aterradora. Debido a un trauma sufrido casi veinte años atrás, Christine sufre un raro tipo de amnesia que sólo le permite almacenar los recuerdos de un solo día, que desaparecen al despertar por la mañana, como si cada jornada fuese un lienzo en blanco que hubiera que llenar. El panorama resulta descorazonador y el lector no tarda en identificarse con la protagonista, con sus miedos y sus inseguridades, casi incapaz de asimilar el infierno que debe suponer una existencia en esos términos.
 
El planteamiento es similar al desarrollado en la película Memento, de Christopher Nolan (2000), en la que el protagonista sufre una amnesia muy similar a la de Christine, y en la que se exploran casi los mismos temas: la memoria, los recuerdos inconexos, la identidad y la manipulación.
 
Todo cambia cuando Christine decide comenzar a ver a un médico, que debe llamarla cada día para recordarle que está en tratamiento. Es él quien le da la idea de escribir un diario en el que vaya anotando las pequeñas cosas que recuerda a lo largo del día o las que le ha explicado su marido, Ben, un modo de comenzar cada mañana sabiendo un poco más de sí misma. 
 
Ese ejercicio es el desencadenante de una serie de hechos que convierten a esta novela en un thriller psicológico espectacular. La protagonista no tarda en descubrir, mientras se lee a sí misma cada día, que alguien la está engañando, manipulando la información que recibe. La evolución del personaje resulta totalmente convincente, moviéndose entre la duda y la justificación de los actos de quienes la rodean, que tratan de evitarle un dolor mayor.
 
Toda la información está suministrada en las dosis justas para lograr el aumento gradual del suspense, que nos mantiene completamente absortos hasta el último minuto. Las piezas van encajando poco a poco, dibujando una realidad sobrecogedora y siniestra.
 
Una novela inquietante y perturbadora que explora uno de los mayores miedos del ser humano: la pérdida de la memoria. 
 
Pilar Alonso Márquez